Aunque comercialmente, el motor de agua es casi una quimera,
seguro que todos hemos escuchado hablar
de inventores que han conseguido hacer funcionar un motor con agua, se ha
escuchado durante un tiempo hablar de ello, posteriormente el tema queda perdido
en algún escondido cajón.
Hoy dedicaremos este espacio a uno de esos inventores,
Stanley Meyer.
Meyer, que nació en la ciudad de Grove City (Ohio), tras 30
años de investigaciones, inventó un dispositivo eléctrico que mediante la
electrolisis del agua separaba de esta el hidrógeno y el oxigeno, consiguiendo
hacer funcionar un motor de explosión.
Llego a fabricar un coche que funcionaba únicamente con agua,
patentando su invento en el año 1.998.
El aparato de Meyer, consistía en una celda de combustible que
descomponia el agua en oxigeno e hidrógeno, el hidrogeno alimentaba un motor de
explosión, al cual se le sustituían las bujías por unos inyectores de hidrógeno/oxigeno,
mezcla que alimentaba los pistones y generaba el movimiento del cigüeñal,
emitiendo por el tubo de escape vapor de agua.
Este sistema, rompe las moléculas del agua, mediante impulsos
eléctricos positivos de varios kilovoltios, a una frecuencia entre 10 y 15
kilohercios, esta mezcla es inyectada en el motor, produciendo la combustión del
agua, la cual puede volver al depósito, por lo cual según Meyer el circuito
puede funcionar sin añadirle más agua, retroalimentándose este.
Este dispositivo necesitaba menos energía para producir la
electrolisis del agua que el utilizado convencionalmente, aunque entendidos en
la materia afirman, que si el dispositivo de Meyer funcionaba como este había
dicho, violaba las leyes de la termodinámica.
Meyer afirmó que con 1.500$ bastaría para equipar un
automóvil para que funcionara con agua en lugar de gasolina.
En el año 1.996, Meyer fue demandado por dos inversores que
habían puesto dinero en su proyecto, si poder ser examinado su coche por estar
bajo la investigación del departamento de Energía y de Defensa de los Estados
Unidos.
Posteriormente, pudo ser investigada su célula de combustible
de agua, por tres testigos de los tribunales, afirmándose que en su sistema no había
ningún tipo de electrolisis revolucionario, estaba utilizando un sistema de
electrolisis convencional, tras lo cual fue declarado culpable y tuvo que
retornar los 25.000$ que sus inversores habían invertido en su proyecto.
Meyer, firma el día 20 de marzo del año 1.998, un contrato
con el Ministerio de Defensa de los Estados Unidos.
El 21 de marzo del año 1.998, con 57 años de edad, tras cenar en un restaurante con dos inversores
belgas, salió corriendo del restaurante diciendo que le habían envenenado
(según su hermano Steve), posteriormente fue encontrado en un estacionamiento
de Grove City, los forenses afirmaron que sufrió un aneurisma (pequeña protuberancia
con forma de globo, llena de sangre, la cual se forma en los vasos sanguíneos).
Otras fuentes, afirman que fue envenenado, probablemente por
las corporaciones del petróleo.
También Michael Laughton, decano de ingeniería en Mary
College (Londres), el almirante Sir Anthony Griffin (ex controlador de la
Marina británica) y el Dr. Keith Hindley (químico británico) afirman que
curiosamente la célula de combustible de Meyer, pasadas varias horas
produciendo hidrógeno, estaba fría y además consumía poco miliamperios,
mientras que la electrolisis convencional necesitaría amperios.
Posteriormente Steve Meyer (hermano de Stanley), afirma que
tanto el vehículo que fabrico Stanley, como todo su equipo fue robado.
Existe un proceso denominado Voltrolysis que permite la
ruptura del agua, convirtiendo esta en hidrógeno y oxígeno.
El sistema de Voltrolysis, utiliza una pequeña corriente
(baja intensidad) con un alto voltaje, lo opuesto al proceso habitual de
electrólisis que utiliza grandes corrientes (gran intensidad) y bajo voltaje.