El estaño consiste en un elemento
químico, cuyo nombre proviene del latín stannum cuyo número atómico es el 50.
El estaño es un metal plateado,
maleable, de difícil oxidación, por lo cual es resistente a la corrosión.
Cuando doblamos una barra de estaño,
esta produce un ruido característico que es conocido como “grito del estaño”
que es producido por la fricción de sus cristales.
Alrededor del año 3.000 antes de
Cristo, se comenzó a utilizar el estaño para fabricar un nuevo metal, mezclando
este con cobre, se obtenía el bronce, lo cual dio nombre a la Edad del Bronce.
Este nuevo metal fue muy importante
en su época para la fabricación de armas y herramientas, mucho más eficaces que
la piedra o el hueso.
El estaño es habitual utilizarlo en
aleaciones y como recubrimiento de otros materiales para proteger a estos de la
corrosión.
El estaño se utiliza como protector
del cobre, del hierro, así como para proteger diversos metales utilizados en la
industria conservera.
También se utiliza para disminuir
la fragilidad del vidrio.
Sus compuestos son utilizados para
fungicidas, tintes, dentífricos y pigmentos.
Es utilizado para soldaduras
blandas mezclado con plomo.
También se mezcla con plomo para la
fabricación de las láminas de los tubos de los órganos musicales.
Se utiliza en etiquetas.
Es utilizado el estaño para
recubrir el acero.
Mezclado con cautín es utilizado
como material de aporte en soldaduras blandas donde está prohibida su aleación
con plomo.
La industria de la cerámica lo
utiliza para fabricar esmaltes cerámicos.
En el envasado de botellas de vino
es utilizado como sobre encapsulado.
El uso del estaño creció tras la
prohibición del uso del plomo en la industria alimentaria.
Existen dos tipos de estaño puro,
el estaño blanco y el estaño gris.
El estaño blanco es conductor
eléctrico, metálico, con una estructura tetragonal y estable a temperaturas
superiores a los 13,2 ºC.
El estaño gris es un polvo no
metálico, semiconductor, cuya estructura es cúbica y estable a temperaturas
inferiores a los 13,2 ºC.
Una vez conocemos el estaño, iremos
a tratar el tema de este artículo, la peste del estaño.
Este elemento químico está afectado
por un fenómeno muy particular al tener una gran sensibilidad a las bajas
temperaturas.
Cuando este metal, el estaño, es
expuesto a temperaturas inferiores a 13,2 ºC el estaño normal, de color blanco,
se vuelve gris, aumenta una cuarta parte su volumen comenzando a desmenuzarse
llegando a convertirse en polvo.
Este polvo si se junta con estaño
blanco (sano) contagia su enfermedad al estaño blanco, convirtiéndolo en estaño
gris.
El estaño gris es muy frágil y
tiene un peso específico inferior al estaño blanco.
Cuando el estaño blanco se somete a
temperaturas inferiores a 13,2 ºC a este le comienzan a aparecer manchas grises
quebradizas al tacto que se van propagando por el estaño blanco hasta que este
termina convirtiéndose en un polvo gris.
Para que el estaño blanco se
convierta con rapidez en estaño gris su temperatura ideal oscila entre los -30
ºC y -40 ºC.
La aceleración de esta conversión
de estaño blanco a estaño gris también las fomenta la adición de aluminio y de
zinc.
En cambio si añadimos bismuto,
antimonio, plomo u otros materiales altamente solubles evitamos que el estaño
blanco se convierta en estaño gris a bajas temperaturas.
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