El otro día, cotilleando correos antiguos, encontré un post
de En Plenitud, titulado “Técnicas
para mejorar la concentración”, articulo al cuál, dedicaré el tema que os
comento hoy, puesto que sobre el tema de la concentración, no os he escrito
nunca.
La concentración mental consiste en un proceso psíquico, que
se realiza por medio de la mente, proceso a causa del cual, centramos toda la
atención de nuestra mente en un determinado objetivo, objeto o actividad que
realizamos o pensamos en un determinado momento, apartando hechos, objetos y
pensamientos ajenos al proceso en cuestión, o por lo menos lo intentamos.
La concentración es muy importante en el aprendizaje, puesto
que es necesaria toda la atención posible, para fijar en nuestra mente todos
esos conocimientos que tratamos de adquirir.
Una vez definido lo que es la concentración, algo necesario
para tener una buena salud mental, razonar y poder tomar las decisiones, que
opinemos que son más adecuadas, con relativa facilidad, así como especialmente,
adquirir conocimientos para nutrir nuestra mente, pasaremos a comentar las
recomendaciones del artículo de En Plenitud.
Para ello se nos recomiendan siete consejos, los cuales os resumiré
y comentare individualmente con mi visión personal.
1-Eliminar
el ruido de nuestro alrededor.
Se nos recomienda evitar los sonidos, puesto que ellos nos
distraen, personalmente, no me molesta tener la radio, la televisión, música, más
bien todo lo contrario, pero la verdad, prácticamente no la escucho cuando me
concentro en algo.
Otras recomendaciones, son desconectar el correo y las redes
sociales, buena recomendación, aunque personalmente, normalmente solo miro el
correo una vez al día y si realizo algún trabajo prefiero tener las redes
sociales desconectadas, o si las tengo abiertas, generalmente no hacer caso,
hasta que no termine el trabajo que estoy realizando.
2-Mantener
el orden es fundamental a la hora de concentrarse.
Para poder concentrarse, es necesario tener todo lo que
necesitemos al alcance de la mano, para no perder el tiempo y distraernos
buscando cosas.
Especialmente, cuando pinto mis cuadros, aunque ello no me
hace perder la concentración, me da muchísima rabia, tener que ir a buscar agua
para lavar los pinceles, que me falte pintura, carboncillo, etc.
3-Organiza
las tareas con tiempo.
Nos recomiendan organizarnos nuestras tareas, e incluso
preparar una lista.
Normalmente, las cosas no obligatorias, como puede ser
escribir este post, pintar cuadros, cocinar, tocar el piano… les suelo dedicar
un determinado espacio en el día a día, el gran perjudicado siempre es el
piano, en pocas ocasiones le toca a él, la verdad es que lo tengo el último en
mi lista mental, solo le toca, cuando no se qué hacer y eso pocas veces ocurre,
pero tampoco es una prioridad tocar el piano, más bien una misión imposible
para mis torpes dedos y mi limitada oreja musical, todo es cuestión de práctica,
lo sé, pero también es cuestión de lo que prefiero hacer en mi tiempo de ocio,
puesto que en mi tiempo de obligación tengo que hacer lo que toca o lo que
otros mandan.
4-La
concentración se puede perder por un bloqueo.
Nos recomiendan no dejar para otro rato lo que no sabemos
realizar (aquí añadiría yo eso que no nos apetece realizar), si es algo
complejo o difícil nos recomiendan trocearlo, comentarlo, e ir avanzando en
ello poco a poco.
Es muy cierto que en ocasiones tenemos cuestiones que no
sabemos realizar o simplemente no nos gusta realizarlas, esas cuestiones las
vamos posponiendo una vez tras otra.
Realmente esto ocurre con demasiada frecuencia, posponer lo
que no nos apetece realizar, cuando sabemos que al final vamos a tener que
hacerlo, nos cuesta más desagrado que realizarlo y olvidarlo.
A todos nos ha ocurrido en un sinfín de ocasiones, el pensar
con desagrado, he de realizar esto o lo otro, posponerlo para otro rato, una
vez, y otra, y otra, y otra… y cada vez que recordamos que hemos de realizar
eso, darnos una enorme pereza… realmente, en muchas ocasiones, nos causa menos
desagrado realizarlo a la primera, que estar pensando mil veces en algo que
tenemos que hacer, que no hacemos y que terminaremos haciendo.
Por ejemplo, personalmente, me da muchísima pereza ordenar
facturas, en ocasiones las voy acumulando durante meses, cuando toca
archivarlas hay tal cantidad de papeles que me paso una tarde ordenándolas, en
cambio si se hace cada semana o cada dos, no se hace tan tedioso el trabajo, en
cinco minutos esta todo guardadito y evitas mirar como crece el montón y vas
diciendo mañana…
5-El
descanso es fundamental.
Nos dicen también que el descanso y la alimentación son muy
importantes para la concentración.
Cierto, si nos levantamos sin haber dormido lo suficiente, después
de una noche de fiesta o después de una opulenta comida… en ninguno de estos
casos es posible rendir al cien por cien, tendremos una cierta pesadez, pesadez
que hará que nuestras neuronas funcionen como los engranajes de un reloj
oxidado.
6-Ser
paciente.
La impaciencia nos puede hacer correr y hacer mal la tarea
que estamos realizando.
Es muy cierto, que muchas veces, nos ponemos a correr para
terminar algo, con lo cual no nos esmeramos lo suficiente y especialmente si
deseamos aprender algo, despacito con buena letra, todo va entrando poco a
poco, con prisas dejaremos muchas cosas en el tintero.
Aunque recomiendan, realizar las tareas de una en una,
personalmente opino, si la persona es capaz, en ocasiones es bueno realizar
varias tareas a la vez, una característica que generalmente se atribuye a las
mujeres, que pueden cocinar, planchar, contestar el teléfono, abrir la puerta,
vigilar al hijo… si muchas mujeres pueden ¿Por qué el hombre no va a poder?
Todo es proponérselo, os lo aseguro.
7-Empezar
el día con tranquilidad.
Recomiendan sentarse delante de la lista de cosas a realizar,
al levantarnos y tomarnos con calma las tareas del día, después de una la otra,
pero sin agobiarnos.
Realmente, la mayoría de días realizaremos las mismas tareas,
quizás podríamos diferenciar dos tipos de días, el día que trabajamos y el día
que hacemos fiesta.
Las listas de actividades de estos dos tipos de días suelen
ser bastante similares.
Si todos los días de trabajo se parecen en rasgos generales,
levantarse, desayunar, ir al trabajo, comer, seguir trabajando, regresar a
casa, cenar, tele y dormir.
Pues este hecho no debería agobiarnos, es un día más, así de
simple.
Los días de ocio, más de lo mismo, aunque esta variara mas
según la edad de la persona, pero si ponemos el ejemplo de una persona madurita,
seria levantarse algo más tarde que los días de trabajo, leer el periódico
desayunando, dar una vuelta con la familia, comer, tele u otra vuelta, cenar,
tele y dormir.
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