viernes, 20 de septiembre de 2013

Concentración


El otro día, cotilleando correos antiguos, encontré un post de En Plenitud, titulado “Técnicas para mejorar la concentración”, articulo al cuál, dedicaré el tema que os comento hoy, puesto que sobre el tema de la concentración, no os he escrito nunca.

La concentración mental consiste en un proceso psíquico, que se realiza por medio de la mente, proceso a causa del cual, centramos toda la atención de nuestra mente en un determinado objetivo, objeto o actividad que realizamos o pensamos en un determinado momento, apartando hechos, objetos y pensamientos ajenos al proceso en cuestión, o por lo menos lo intentamos.

La concentración es muy importante en el aprendizaje, puesto que es necesaria toda la atención posible, para fijar en nuestra mente todos esos conocimientos que tratamos de adquirir.

Una vez definido lo que es la concentración, algo necesario para tener una buena salud mental, razonar y poder tomar las decisiones, que opinemos que son más adecuadas, con relativa facilidad, así como especialmente, adquirir conocimientos para nutrir nuestra mente, pasaremos a comentar las recomendaciones del artículo de En Plenitud.

Para ello se nos recomiendan siete consejos, los cuales os resumiré y comentare individualmente con mi visión personal.

1-Eliminar el ruido de nuestro alrededor.

Se nos recomienda evitar los sonidos, puesto que ellos nos distraen, personalmente, no me molesta tener la radio, la televisión, música, más bien todo lo contrario, pero la verdad, prácticamente no la escucho cuando me concentro en algo.

Otras recomendaciones, son desconectar el correo y las redes sociales, buena recomendación, aunque personalmente, normalmente solo miro el correo una vez al día y si realizo algún trabajo prefiero tener las redes sociales desconectadas, o si las tengo abiertas, generalmente no hacer caso, hasta que no termine el trabajo que estoy realizando.

2-Mantener el orden es fundamental a la hora de concentrarse.

Para poder concentrarse, es necesario tener todo lo que necesitemos al alcance de la mano, para no perder el tiempo y distraernos buscando cosas.

Especialmente, cuando pinto mis cuadros, aunque ello no me hace perder la concentración, me da muchísima rabia, tener que ir a buscar agua para lavar los pinceles, que me falte pintura, carboncillo, etc.

3-Organiza las tareas con tiempo.

Nos recomiendan organizarnos nuestras tareas, e incluso preparar una lista.

Normalmente, las cosas no obligatorias, como puede ser escribir este post, pintar cuadros, cocinar, tocar el piano… les suelo dedicar un determinado espacio en el día a día, el gran perjudicado siempre es el piano, en pocas ocasiones le toca a él, la verdad es que lo tengo el último en mi lista mental, solo le toca, cuando no se qué hacer y eso pocas veces ocurre, pero tampoco es una prioridad tocar el piano, más bien una misión imposible para mis torpes dedos y mi limitada oreja musical, todo es cuestión de práctica, lo sé, pero también es cuestión de lo que prefiero hacer en mi tiempo de ocio, puesto que en mi tiempo de obligación tengo que hacer lo que toca o lo que otros mandan.

4-La concentración se puede perder por un bloqueo.

Nos recomiendan no dejar para otro rato lo que no sabemos realizar (aquí añadiría yo eso que no nos apetece realizar), si es algo complejo o difícil nos recomiendan trocearlo, comentarlo, e ir avanzando en ello poco a poco.

Es muy cierto que en ocasiones tenemos cuestiones que no sabemos realizar o simplemente no nos gusta realizarlas, esas cuestiones las vamos posponiendo una vez tras otra.

Realmente esto ocurre con demasiada frecuencia, posponer lo que no nos apetece realizar, cuando sabemos que al final vamos a tener que hacerlo, nos cuesta más desagrado que realizarlo y olvidarlo.

A todos nos ha ocurrido en un sinfín de ocasiones, el pensar con desagrado, he de realizar esto o lo otro, posponerlo para otro rato, una vez, y otra, y otra, y otra… y cada vez que recordamos que hemos de realizar eso, darnos una enorme pereza… realmente, en muchas ocasiones, nos causa menos desagrado realizarlo a la primera, que estar pensando mil veces en algo que tenemos que hacer, que no hacemos y que terminaremos haciendo.

Por ejemplo, personalmente, me da muchísima pereza ordenar facturas, en ocasiones las voy acumulando durante meses, cuando toca archivarlas hay tal cantidad de papeles que me paso una tarde ordenándolas, en cambio si se hace cada semana o cada dos, no se hace tan tedioso el trabajo, en cinco minutos esta todo guardadito y evitas mirar como crece el montón y vas diciendo mañana…

5-El descanso es fundamental.

Nos dicen también que el descanso y la alimentación son muy importantes para la concentración.

Cierto, si nos levantamos sin haber dormido lo suficiente, después de una noche de fiesta o después de una opulenta comida… en ninguno de estos casos es posible rendir al cien por cien, tendremos una cierta pesadez, pesadez que hará que nuestras neuronas funcionen como los engranajes de un reloj oxidado.

6-Ser paciente.

La impaciencia nos puede hacer correr y hacer mal la tarea que estamos realizando.

Es muy cierto, que muchas veces, nos ponemos a correr para terminar algo, con lo cual no nos esmeramos lo suficiente y especialmente si deseamos aprender algo, despacito con buena letra, todo va entrando poco a poco, con prisas dejaremos muchas cosas en el tintero.

Aunque recomiendan, realizar las tareas de una en una, personalmente opino, si la persona es capaz, en ocasiones es bueno realizar varias tareas a la vez, una característica que generalmente se atribuye a las mujeres, que pueden cocinar, planchar, contestar el teléfono, abrir la puerta, vigilar al hijo… si muchas mujeres pueden ¿Por qué el hombre no va a poder?

Todo es proponérselo, os lo aseguro.

7-Empezar el día con tranquilidad.

Recomiendan sentarse delante de la lista de cosas a realizar, al levantarnos y tomarnos con calma las tareas del día, después de una la otra, pero sin agobiarnos.

Realmente, la mayoría de días realizaremos las mismas tareas, quizás podríamos diferenciar dos tipos de días, el día que trabajamos y el día que hacemos fiesta.

Las listas de actividades de estos dos tipos de días suelen ser bastante similares.

Si todos los días de trabajo se parecen en rasgos generales, levantarse, desayunar, ir al trabajo, comer, seguir trabajando, regresar a casa, cenar, tele y dormir.

Pues este hecho no debería agobiarnos, es un día más, así de simple.

Los días de ocio, más de lo mismo, aunque esta variara mas según la edad de la persona, pero si ponemos el ejemplo de una persona madurita, seria levantarse algo más tarde que los días de trabajo, leer el periódico desayunando, dar una vuelta con la familia, comer, tele u otra vuelta, cenar, tele y dormir.


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