En esta ocasión, traigo una receta, “reparada”, pero
deliciosa, realizada a fuego medio bajo, durante unas 4 horas…
Ingredientes (2
personas):
500 g de costilla de
cerdo
400 g de pisto (1
lata)
1000 g de tomate
triturado (1 lata)
125 g de tocino salado
250 ml de vino blanco
(un vaso)
2 cucharadas soperas
de azúcar (para matar el ácido del tomate)
Orégano
Albahaca
Aceite de oliva
Preparación (240
minutos):
El tiempo de cocción de esta receta se puede reducir mucho
utilizando una olla exprés, pero yo opte en realizarla a la vieja usanza, en
una sartén con tapa.
Como el tocino era salado, a pesar de no poner sal al guiso,
quedó salado y un poco grasiento, a media cocción, le añadí el kilo de tomate
triturado para solucionar el plato, además, así la salsa sobrante, la guardo la
mujer en dos tapers, para futuras recetas.
Comenzamos colocando un generoso chorro de aceite en la
sartén y lo calentamos.
Mientras cortamos a daditos el tocino salado.
Cuando el aceite este caliente, doramos la carne y el tocino
en dicho aceite.
Cuando las costillas cambien de color, añadimos el vino y la
lata de pisto.
Cubrimos con agua la carne, bajamos el fuego a 1/3 de su
potencia, añadimos el orégano y la albahaca, tapamos, pero dejando la tapadera
mal puesta, para que se pueda evaporar el líquido sin mancharnos la
vitrocerámica (o el fuego que utilicéis).
Cada media hora, le damos una vuelta y rectificamos sabores.
En la primera vuelta, al ver que quedaba salado y aceitoso,
opte por añadirle una lata de tomate triturado y dos cucharadas de azúcar.
Seguimos cocinándolo hasta que se evaporen los líquidos,
dándole una vuelta cada 30 minutos.
Repartir todas las costillas y los daditos de tocino en dos
platos, añadiendo la salsa que deseéis.
La salsa sobrante se guarda en dos tapers, para futuras
recetas.
Al día siguiente usé uno de los tapers para hacer cuatro
trocitos de merluza, previamente enharinados y dorados en aceite.
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