En esta ocasión volveremos a
tocar el tema de los microondas gigantes.
Hace algún tiempo os escribí
un post sobre el “Proyecto Haarp”,
una potente emisora de ondas radioeléctricas americana.
Algún tiempo más tarde,
también os escribí sobre el “Proyecto Sura”,
la versión del Proyecto Haarp ruso.
Pues China también tiene su
propio Proyecto Haarp, el Proyecto Medirian.
El Proyecto Meridian,
también conocido como el Mega proyecto para monitorear el tiempo del espacio el
cual estaría formado por 15 estaciones para asegurar la seguridad de las
actividades espaciales chinas, con elementos técnicos tales como magnetómetros (miden
la fuerza y la dirección del magnetismo), ionosondas (generan información
virtual de la altura de la parte baja de la ionosfera estimando sus
densidades), radares de alta frecuencia, lidar (medición de distancias por
medio de un laser), interferómetros (aparato para medir las longitudes de onda
de la luz), etc.
Estas estaciones se
situarían en Mohe, Beijing, Wuhan, Isla de Hainan, Shangai y Lasa.
La misión oficial de este
proyecto tiene como objetivo monitorizar los cambios meteorológicos y
comprender las causas de las catástrofes naturales.
Estas estaciones tendrían
unas antenas diferentes a las convencionales basadas en las antenas de los
teléfonos móviles, estas antenas de última generación podrían emitir a la vez
diversas frecuencias diferentes, en lugar de solo emitir una sola señal como
ocurre con las antenas habituales.
Estas antenas de última
generación, reciben la denominación de antenas fractales, estas antenas
utilizando un fractal (objeto geométrico cuya estructura básica, fragmentada o
irregular se repite a diferentes escalas), están diseñadas para maximizar la
distancia o el perímetro en el cual puede emitir o recibir señales.
El inventor de este tipo de
antenas se llama Nathan Cohen.
Este proyecto dotado con un
presupuesto de 25 millones de dólares, es coordinado por el Centro de Ciencia
Espacial y de Investigación Aplicada de la Academia de Ciencias de China.
Ciertamente es curioso que
todas las grandes potencias, poco propensas a invertir en investigación, tengan
su propio microondas, un microondas gigantesco y del cual muy poco se habla.
Si en esas estaciones
científicas se realizan experimentos y mediciones, se utilizan unas importantes
cantidades de recursos del pueblo, por lo menos llama la atención de los
políticos de turno no nos muestren los resultados de esos experimentos donde se
entierran parte del dinero de los impuestos.
Imaginemos que estos
microondas son un proyecto que no ha dado resultado… pues para no dar
resultado, hay demasiado interés a nivel internacional por tener un microondas,
raro, raro, raro.
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