La tuberculosis (TCB o TB),
consiste en una infección bacteriana y contagiosa, la cual, afecta
principalmente a los pulmones, pero que puede propagarse a otros órganos como
el sistema nervioso central, el sistema linfático, el sistema circulatorio, el
sistema genitourinario, el aparato digestivo, los huesos, las articulaciones e
incluso la piel..
Las bacterias más comunes
que producen la tuberculosis son conocidas como el bacilo de Koch
(mycobacterium tuberculosis).
Sus síntomas son la tos
crónica, con esputo sanguinolento (flema), fiebre, sudores nocturnos y pérdida
de peso.
Se diagnostica a través de
radiografías torácicas, con una prueba de tuberculina cutánea, con análisis de
sangre y con análisis del esputo.
Aunque mi idea de hoy es
escribiros sobre la tuberculina, es interesante saber qué es lo que esta
detecta, por ello brevemente os he descrito la enfermedad que detecta.
Para diagnosticar la
tuberculosis se recomienda la prueba de la tuberculina, prueba que se realiza
mediante la técnica de Mantoux, que es la que habitualmente se realiza puesto
que tiene un bajo coste económico y de fácil realización.
La técnica de Mantoux,
consiste en inyectar 0,1 ml. de PPD (derivado proteico purificado de la
tuberculina), inyectándolo debajo de la capa más superficial de la piel
(intradérmica) en la superficie anterior del antebrazo.
Los efectos de esta prueba
causan una pequeña elevación de la piel de entre 6 y 10 mm de diámetro.
El paciente no debe frotar,
rascar o cubrir (con tirita o esparadrapo), la zona del pinchazo, se puede
lavar y secar, pero sin sustancia irritantes.
La prueba de la tuberculina
no se realizara en pacientes que ya se sabe que ya han dado positivo.
A pesar de que esta prueba
suele ser bien tolerada no debe realizarse en zonas de la piel con quemaduras o
eczema.
La aparición de vesículas o
de necrosis es un probable síntoma de infección tuberculosa.
La lectura de la prueba de
PPD la ha de realizar personal especializado, se ha de realizar entre 48 y 72
horas después de efectuada.
La valoración se realiza
midiendo el diámetro mayor de la marca dejada por la inyección.
Si ha transcurrido entre 72
horas y una semana la valoración se realiza de la misma forma.
Este test (PPD) está
indicado para todos aquellos pacientes que se sospeche que puedan padecer algún
tipo de enfermedad tuberculosa.
-Pacientes que hayan tenido
contacto con personas afectadas de tuberculosis.
-Pacientes que padezcan el
VIH.
-Personas con lesiones
radiológicas sugestivas de tuberculosis (TBC) padecida con anterioridad y
curados, pero que se considere que el tratamiento no tiene una suficiente
eficacia.
-Personas de factor de
riesgo de poseer tuberculosis, como podría ser padecer diabetes, insuficiencia
renal crónica, silicosis, tratamiento prolongado de corticoides, con terapias
inmunodepresoras, con neoplasias hematológicas, malnutridos y gastrectomizados.
-Empleados sanitarios,
funcionarios de prisiones o empleados de residencias de la tercera edad.
-Inmigrantes de zonas donde
exista un alto número de pacientes de tuberculosis.
-Pacientes que serán
sometidos a terapias inmunodepresoras.
Esta prueba dará positivo
cuando la pápula (rojez alrededor del pinchazo) sea superior a los 5 mm en el
caso de pacientes infectados del VIH, contacto con personas infectadas de
tuberculosis (TBC), radiografías de tórax que muestre infección de TBC, ingesta
de asteroides y receptores de trasplante de órganos.
Si la pápula es de más de 10
mm en trabajadores del sector salud, habitantes de asilos, prisioneros,
consumidores de drogas parentales, pacientes con enfermedades que comprometen
el sistema inmunológico también daría positivo.
Si la pápula es superior a
los 15 mm será considerada como positiva la prueba de PPD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario