Alexander Fleming en el año 1.928,
descubrió la penicilina o bencipenicilina lo cual le otorgo el Premio Nobel de
Medicina junto a Ernst Boris Chain y Howad Walter Florey los cuales crearon un
método para producir la penicilina en masa.
Aunque le atribuimos a Fleming el
descubrimiento de la penicilina, en Grecia e India ya se conocían las
propiedades bactericidas de los mohos.
Estas propiedades de los mohos
también eran conocidas por Serbia, Rusia China y los nativos Norteamericanos,
antes de ser descubiertos por Colón.
Desde el siglo VIII, los médicos
árabes curaban infecciones untando las heridas con una pasta blanca que se
formaba en los arneses de los burros de carga.
En el siglo XVII farmacólogos y
herboristas ingleses (entre ellos Jhon Parkington), incluyeron el tratamiento
de hongos en los registros de farmacia.
Entre los años 1.915 y 1.927, el
médico costarricense Clodomiro Clorito Picado Twight, descubrió que los hongos
del género Penicillium efectuaban una acción inhibitoria sobre los estafilococos
y los estreptococos.
Picado comunico su descubrimiento a
la Academia de Ciencias de París, pero no lo patento.
El patólogo inglés Cecil George
Paine (alumno de Fleming), realizó en el año 1.930 la primera demostración de
que la penicilina era útil, tratando la psicosis, aunque no obtuvo éxito.
Paine obtuvo su primer éxito el 25
de noviembre de 1.930, tratando la oftalmía neonatal en un adulto y tres bebes.
En el año 1.939, el bioquímico
Heatley, consiguió purificar la penicilina con sistemas de filtrado.
El 12 de febrero de 1.941 es
tratado el primer paciente con penicilina filtrada, era agente de policía y se
llamaba Albert Alexander, pero falleció, porque no se le pudo administrar
suficiente penicilina.
Las primeras multinacionales que se
interesaron por la patente de la penicilina fueron Glaxo y Kenball Bishop.
A partir del año 1.950 las
penicilinas (especialmente la amoxicilina), comienzan a mezclarse con el pienso
de los animales reduciendo su mortalidad e incrementando su tasa de engorde.
Algunas voces sugieren que la
resistencia de las bacterias a las penicilinas puede deberse a mezclar
penicilina con el pienso de los animales.
La penicilina es un antibiótico que
pertenece al grupo de los betalactámicos, que es utilizado en el tratamiento de
infecciones provocadas por bacterias.
La penicilina actúa sobre la pared
bacteriana debilitándola, lo cual favorece en la bacteria una lisis osmótica, durante su proceso de
multiplicación.
Existen varios tipos de
penicilinas, unas especies de hongos del genero Penicilliun se sintetizan de
forma natural, dando lugar a penicilinas como la descubierta por Fleming.
A causa de que algunas bacterias
han desarrollado resistencias a ella, también se fabrican penicilinas
biosintéticas.
Otro tipo de penicilinas son las
semisintéticas, modificadas químicamente y son obtenidas por medio de la
fermentación biotecnológica.
La bencilpenicilina, que debe ser
administrada por vía parental (inyección),ya que no se lleva bien con el pH del
estómago, es eficaz contra los estreptococos, los estafilococos, los gonococos
y los meningococos.
La fenoximetil penicilina en cambio
si puede administrarse oralmente.
La amplicilina, además de resistir
el pH del estómago, es eficaz contra los haemophilus, la salmonella y la
shigella.
La penicilina también es un potente
antídoto contra los envenamientos por aminoácidos tóxicos de la amanita (seta
venenosa).
A pesar de que las penicilinas son
antibióticos poco tóxicos, son capaces de desarrollar alergias severas que
pueden llevar a la muerte del paciente, por lo cual antes de aplicar el
tratamiento se ha de preguntar al paciente si es alérgico.
Para mayor información sobre el tema os remito a la Wikipedia
en su artículo “penicilina”.
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