Aunque como una tortilla de
patata, a poder ser con cebolla, no hay tortilla más rica para mi paladar, en
esta ocasión, con mi vicio de utilizar restos de la nevera, aproveche media
remolacha cocida que llevaba días perdida en la nevera y una patata cocida
sobrante de otra receta, se me ocurrió que probablemente me quedaría una
tortilla rosa por lo que pinta la remolacha, pero no fue así, puesto que al
hornear la tortilla la remolacha perdió su color.
Ingredientes (4 personas):
4 huevos
½ remolacha cocida
150 g de pimientos
1 patata cocida
Aceite de oliva
Sal
Preparación:
Para realizar esta receta
necesitaremos un molde de silicona, para dar una forma distinta a nuestra
tortilla.
Comenzamos troceando los
pimientos y a los cuales les quitaremos las semillas y confitaremos en la
freidora (o en sartén) a baja temperatura hasta que estén tiernos (unos 30
minutos).
Mientras troceamos la remolacha,
pelamos y troceamos la patata, colocamos ambos ingredientes en el vaso de la
batidora.
Añadimos los huevos, un generoso
chorro de aceite de oliva (para dar sabor a la tortilla) y la sal, trituramos.
Aceitamos el molde de silicona y
colocamos la mitad de nuestra mezcla.
Sobre esta mezcla esparcimos los
pimientos confitados y cubrimos con el resto de la mezcla que habíamos
reservado.
Hornear a 160º a partir de horno
frío unos 50 minutos.
Comprobar el estado de cocción
pinchando con un palillo.
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