Normalmente, acostumbramos a comer los
cruasanes, acompañados de leche o café, aunque últimamente se están poniendo de
moda los cruasanes salados.
Pues en este caso, he querido preparar para
cenar, dos simples cruasanes, rellenos de carne y lombarda, calentitos.
Ingredientes
(2 personas):
2
cruasanes
2-4
filetes de cerdo (dependiendo del tamaño)
Lombarda
(col morada)
1
tomate
Sal
Aceite
de oliva
Preparación:
La
lombarda la tenía preparada con antelación.
La lombarda es una col que sus hojas tienen un
color morado, se corta un trozo de ella en juliana y se introduce en un tarro
de cristal y se cubre con agua y abundante sal.
Tapamos el frasco y dejamos reposar alrededor
de una semana en sitio fresco y oscuro.
El color morado de la col se convertirá en un
precioso rojo tomate y el sabor de la col será saladito y crujiente.
Lavamos y troceamos el tomate, colocándolo en
el vaso de la batidora.
Añadimos al tomate un generoso chorro de
aceite y sal y trituramos.
Freímos en una sartén, con un poco de aceite,
los filetes de carne, previamente sazonados.
Abrimos en dos, ambos cruasanes y untamos su
parte interior con el tomate triturado.
Colocamos la carne sobre la mitad inferior de
cada cruasán.
Cubrimos con la carne con tiritas de lombarda.
Cubrimos con la otra mitad del cruasán.
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