Como en casa tenemos un pequeño naranjo que produce muchas naranjas amargas, en esta ocasión he querido unirlas a unas manzanas, también criadas en casita y sustituyendo el azúcar por miel, el resultado, delicioso.
Ingredientes (1 tarro):
800 g de naranjas amargas
800 g de manzanas
200 g de miel
Sal
Preparación (120 minutos):
Nada más sencillo que preparar una mermelada de cualquier fruta de vuestro gusto, por muy complicado que os parezca.
Simplemente lavamos bien las naranjas y las manzanas bajo el grifo, las troceamos y las trituramos con la licuadora, sin quitarles la piel, ni las semillas.
Si las mandarinas tienen poco jugo, podemos añadirles agua para ayudar a triturarlas.
Colocamos las naranjas y las manzanas trituradas, en una cazuela, les añadimos la miel, sazonamos y dejamos cocer a fuego lento hasta obtener la textura deseada, en mi caso alrededor de dos horas, a fuego muy lento y removiendo cada 15 minutos, para que no se pegue nada en el fondo.
Se deja enfriar un poco y se coloca en un frasco hermético.
Si lo queréis conservar durante tiempo, es necesario introducir el frasco en una olla grande, cubrirlo de agua y llevar el agua a ebullición, para evitar posibles bacterias que nos estropeen la mermelada, si lo vais a consumir en pocos días, con conservarlo en el frigorífico es suficiente.
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