El asma consiste en una enfermedad que afecta a los pulmones,
creando dificultades en las vías respiratorias, puesto que estas se suelen
inflamar en las personas asmáticas.
Esta enfermedad, el asma, consiste en una enfermedad crónica
de sistema respiratorio, caracterizada por un incremento broncoconstrictor del
árbol bronquial, donde las vías respiratorias más delgadas se estrechan
ocasional y reversiblemente al contraerse su musculatura lisa o bien a causa
del ensanchamiento de su mucosa al inflamarse esta, generando mucosidad.
Este estrechamiento genera obstrucción, con lo cual se genera
esa dificultad para pasar el aire que suele ser reversible, a diferencia de la
bronquitis crónica.
Generalmente son crisis de corta duración, aunque algunas
crisis asmáticas pueden durar varias semanas.
En caso de una crisis grave, las vías respiratorias pueden
cerrarse tanto que los órganos vitales no lleguen a recibir suficiente oxigeno,
llegando a ocasionar incluso la muerte.
Las causas que originan el asma pueden ser tanto ambientales
como genéticas.
Los principales causantes del asma son los alérgenos (ácaros del polvo, moho,
polen), contaminantes e irritantes (polvo,
tiza, humo, tabaco), ejercicio (el
practicar ejercicio físico puede generar asma), clima (humedad o frío), infecciones de las vías respiratorias (catarros
o gripe), incluso el estrés (emociones fuertes) pueden generar insuficiencias
respiratorias.
Los principales síntomas del asma son: la tos seca, ahogo o
falta de aire, opresión en el pecho, ruidos respiratorios (pitos), mucosidad
espesa.
El asma provoca respiración sibilante, que el paciente
detecta como una falta de aire (polipnea, que consiste en un aumento de la
frecuencia y profundidad respiratoria y
taquipnea, aumento de la frecuencia
respiratoria por encima de las 20 aspiraciones por minuto), opresión en el
pecho y tos improductiva durante la noche o al levantarse.
Entre estos ataques, el paciente, tiene periodos donde se
siente bien, o tener simplemente síntomas leves como faltar aire después de
realizar algún ejercicio físico.
El asma bronquial, es común en pacientes jóvenes con una
historia clínica de catarros recurrentes (catarros repetitivos), o con
antecedentes familiares asmáticos.
El asma, se relaciona con el consumo de ciertos alimentos,
como pueden ser cítricos, pescados, huevos, maní, soya, camarones, lácteos o los
conservantes de las comidas.
Algunos estudios también afirman que las bebidas con soda y
bebidas con azúcar pueden potenciar el asma, también la obesidad puede ayudar a
cerrar las vías respiratorias, también el tabaco colabora grandemente a padecer
asma.
También otros alimentos ayudan a combatir el asma, alimentos
tales como el salmón, espinacas, uvas, cebollas, garbanzos, papayas, fresas,
brócoli, almendras, semillas de girasol (pipas).
El combate de los síntomas del asma está bastante bien
controlado con los actuales broncodilatadores.
En algunos pacientes el acido acetilsalicilico (aspirina), y
otros antiinflamatorios no esteroides
pueden provocar el asma.
También existen remedios caseros que podrían ser un buen
complemento a los broncodilatadores que nos recete nuestro médico.
Aunque hay muchísimos, si os los explico yo me extendería
muchísimo, por lo cual os recomiendo visitar la página “Remedios Populares” en su post
“Asma”.
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