Aunque en invierno apetecen más los platos calientes, en esta
ocasión, como he visto que los tomates que habían en la nevera comenzaban a
ponerse feos, opte por realizar un gazpacho, que aunque se suele tomar líquido
y bebido en vaso, yo siempre opto por realizarlo muy espeso y comerlo mojando
sopitas de pan tierno, pinchándolas en un tenedor y remojándolas, todo un
placer para mi paladar, la mujer opta por comérselo a cucharadas.
Ingredientes
(6 personas):
1 kilo de
tomates maduros
1 pepino
1 pimiento italiano
pequeño
1 huevo
duro
1 cebolla
pequeña
2 ajos
Aceite
1 limón (su
zumo colado)
1
cucharadita de azúcar
Sal
Preparación:
En primer lugar lavamos y troceamos los tomates, quitándoles
la parte dura, sin pelarlos, ni quitarles las semillas (eso le da un gusto más
casero y nos quita trabajo).
Lavamos y troceamos el pimiento.
Pelamos un huevo cocido y también lo troceamos.
Pelamos, lavamos y troceamos el pepino.
Pelamos y troceamos la cebolla.
También pelaremos 2 ajos, e introducimos todos los ingredientes
anteriores en un recipiente apto para la batidora (en mi caso utilice un
procesador).
Trituramos todos los ingredientes, sazonamos con sal, aceite
y zumo de limón, a nuestro gusto.
Añadimos agua para darle el espesor que nosotros deseemos y
damos unas vueltas más con la batidora (yo no añado agua para que quede muy
espeso).
Se guarda en la nevera y se sirve muy frío.
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