miércoles, 13 de diciembre de 2017

Armas químicas y biológicas


Como para eliminar a nuestros semejantes no nos basta con los puños, ni nos conformamos con palos y piedras, se inventaron los cuchillos, espadas y similares, como para lograr eliminar a nuestro contrincante con afiladas hojas de acero hacía falta una cierta destreza y fuerza, se inventaron las balas para poder elimininar con facilidad a quien nos moleste, mas tarde se inventaron las armas de eliminación, indiscriminadas y con gran efecto destructor como cañones, bombas, misiles nucleares, etc., pero con ello tampoco basto, era necesario inventar algo que destruyera masivamente a las personas, pero que el destructor se pudiera apoderar de las pertenencias de los enemigos en perfecto estado de conservación, aquí nos aparecen las armas biológicas.
Las armas bacteriológicas, también conocidas como  bioarmas o armas biológicas, son una manera más que poseen los gobiernos y los terroristas de causar daño al pueblo que los alimenta o a un pueblo considerado “enemigo”, así como un estupendo negocio para las farmacéuticas, las cuales nos venderían el patógeno y de paso la medicación para los sobrevivientes, buen negocio, primero enferman y cobran, después curan, vuelven a cobrar y si la “enfermedad” es incurable se enriquecen.
Es considerada arma bacteriológica, cualquier patógeno que usado como arma de guerra pueda causar enfermedades, tanto si se trata de un virus, una bacteria o cualquier otro organismo.
Se consideran armas químicas, a todas esas armas que no contienen seres vivos, incluso si las toxinas contenidas en estas armas son producidas por seres vivos.
Hemos mencionado varios términos, que los que no estamos muy puestos en temas químicos, probablemente no tengamos muy claros, por lo cual a continuación hare una breve definición de términos como bacterias, virus y toxinas.
Bacterias: las bacterias son unos bichitos microscópicos que se reproducen por división celular, fáciles de cultivar en laboratorio, las enfermedades producidas por las bacterias generalmente se sanan con la ingesta de ciertos antibióticos.
Virus: los virus necesitan de un ser vivo para poder reproducirse, puesto al ser una especie de parásitos se alimentan del ser que habitan, puesto que estos son solo información genética, generalmente no pueden eliminarse con antibióticos, solo en ocasiones las drogas antivirales son efectivas.
También hemos de saber de la existencia de las quimeras que consisten en virus recombinados que adquieren las características propias y de varios virus antecesores.
Toxinas: son sustancias venenosas, las cuales pueden ser extraídas de plantas, animales e incluso de microorganismos vivos, pudiendo fabricarse o alterarse por medio de alteraciones químicas, su tratamiento se ha de realizar con antitoxinas específicas o drogas muy específicas.
La misión de todos estos bichitos destructivos, es la de causar daño a las personas, desde la incapacitación de las personas, hasta llegar incluso a la muerte.
Estos bichitos también pueden dañar animales o los alimentos, de los cuales nos alimentamos, una forma de matar, sin destruir lo que poseía el enemigo.
Existen agentes biológicos difíciles de cultivar y mantener, algunos se descomponen rápidamente por la luz solar o cualquier otro elemento del medio ambiente.
También existen otros agentes, como las esporas de Bacillus antharacis, las cuales poseen una vida larga, pueden dispersarse en el aire, administrarlos en la alimentación de los animales, contaminando otros alimentos o el agua, para que posteriormente dañen a las personas.
El método de la dispersión de este tipo de armas estándar, es ser lanzados desde aviones, bombas o misiles, causando su inhalación enfermedades a animales y personas.
Se conoce con agro-terrorismo la propagación de este tipo de armas infectando pulgas, ratas, moscas y mosquitos, estos infectaran al ganado y el ganado a las personas.
Otra forma de extender estos elementos patógenos es a través de la contaminación del agua y los alimentos, la forma de evitar por parte de los humanos el contagio de estos bichitos es cocinando los alimentos e hirviendo el agua.
Curiosamente la guerra química no la invento un científico loco, ni tan solo una farmacéutica ávida de aumentar su cuenta de resultados, realmente fueron los cazadores quemando ramas verdes y húmedas, para con su humo hacer salir de sus escondites a los animales y así poder cazarlos con mayor facilidad.
Viendo el hombre que esto era útil con los animales, comenzó a utilizar el sistema contra sus enemigos, además fue mejorando el sistema añadiendo sustancias tales como resinas o grasas animales para hacer más tóxico el humo.
Cuando estos gases empezaron a ser realmente dañinos, fue cuando se añadió a la combustión polvo de azufre, el cual al quemarse se convertía en óxido sulfúrico, dañando las vías respiratorias de sus víctimas, aunque quien realmente decidía quien sería la víctima, era la dirección del viento.
Los chinos afirman que ya en el siglo II antes de Cristo, provocaban ceguera en sus enemigos, soplando nubes de pimienta en polvo, también afirman que fueron los primeros en lanzar los vasos fétidos, los cuales eran unos globos de terracota que al romperse soltaban gases irritantes.
La primera referencia documentada se remonta al año 431 antes de Cristo, donde se utilizaron sustancias irrespirables en la Guerra del Peloponeso entre Esparta y Atenas.
En el siglo IV antes de Cristo, Eneas, un conocido estratega griego escribió la fórmula para la preparación de mezclas incendiarias.
En el año 332 antes de Cristo, el historiador de Alejandro Magno, Arriano, nos cuenta que durante el asedio de la ciudad fenicia de Tiro, los fenicios utilizaron en varias ocasiones azufre para defender sus murallas.
En el año 189 antes de Cristo, mientras era asediada la ciudad corintia de Ambracia, donde los sitiadores excavaron una galería para entrar por la retaguardia por debajo de las murallas, con la casualidad de que los moradores de la ciudad habían tenido la misma idea y sus túneles se encontraron, desarrollando en ellos un gran combate.
Los sitiados tuvieron la feliz idea de llenar un recipiente de terracota con plumas perdiéndole fuego, de dicho recipiente salieron unos humos irrespirables obligando la retirada de los romanos.
Año 81 antes de Cristo, Plutarco nos cuenta que cuando España luchaba contra la actual Guadalajara, un cónsul romano ordeno preparar un cordón de tierra fina, cal viva, y azufre, después este cordón fue movido por caballos al galope y el viento empujo la nube toxica creada, obligando a la rendición de los enemigos medio ciegos y con graves ataques de tos.
En el año 90 después de Cristo, Sexto Julio Frontino nos menciona en sus libros la introducción de abejas en túneles, el lanzamiento de recipientes a naves enemigas llenos de serpientes venenosas, soltar fieras hambrientas en sitios sitiados, el lanzamiento de carroña en descomposición dentro de murallas…
En el siglo III después de Cristo, Sexto Junio Africano nos conto que los ejércitos empleaban en la guerra para intoxicar el aire, azufre, nitratos, sulfuro de antimonio y asfalto, mientras que en los pozos de agua introducían vitriolo verde.
Los griegos, también desarrollaron sus armas químicas, agregando arsénico y petróleo, produciendo de esta forma una mayor duración del fuego, así como una mayor cantidad de humo tóxico.
Durante el primer milenio, el arma más eficaz fue el fuego griego, compuesto por petróleo, azufre, cal viva y salitre.
La forma de utilizar este fuego griego, era llenando recipientes de terracota de esta mezcla, encenderlos y lanzarlos contra sus enemigos, otra forma era impregnar estopa con esta mezcla, colocarla en flechas, encenderlas y lanzarlas contra el enemigo, también utilizaban la técnica de robar caballos al enemigo, cargarlos con esta mezcla, prenderles fuego y soltarlos, regresando estos despavoridos a su hogar.
A finales del primer milenio, los árabes conocieron el secreto del fuego griego, dedicando a sus alquimistas a variar la fórmula para aumentar su poder destructivo.
Con esos estudios agregaron esencia de trementina, alcanfor, óxido arsenioso y ácido nítrico.
Hassan El Rammah, alquimista árabe en el año 1275 escribió el “Tratado sobre la Guerra” describiendo los efectos de la combustión del opio y el arsénico.
Durante los siglos XV y XVI los alquimistas alemanes desarrollaron diversas formulas más dañinas para utilizarlas contra los turcos e infieles.
En el año 1492, en la guerra de la Serenísima contra el Duque de Ferrara, fueron utilizadas unas bombardas inventadas por Alvise de Venecia, donde se lanzaban unas bolas de metal, que al llegar explotaban y soltaban unos gases tóxicos que mataban a los presentes.
En el año 1701 Carlos XII de Suecia, durante la guerra contra los sajones utilizó una idea de G. W. Leibniz, filósofo y matemático alemán, que consistía en utilizar gases arsenicales para producir humos irritantes y densos para crear cortinas de humo para maniobrar con su ejército sin ser visto por el enemigo.
En el año 1899 en la Conferencia de la Haya, veinticinco países se comprometen a la no utilización  de proyectiles que contengan gases asfixiantes o venenosos.
En la guerra ruso-japonesa los japoneses lanzaron granadas conteniendo gases venenosos, por lo cual se renovó el 18 de octubre de 1907 en la Segunda Convención de la Haya la prohibición de armas químicas, así como su uso en los aviones de guerra.
1914-1918, durante la Primera Guerra Mundial se utilizaron gases asfixiantes (cloro, bromo, perclorometilmercaptano, cloruro de carbonillo, ésteres cainifórmmicos, etc.) y también gases vesicantes (fenicloroarsina, di, sulfuro, etilbromoarsina, etildicloroarsina, etc), también gases lacrimógenos (bromoacetona, cloroacetona…) y gases invalidantes (acroleína, ácido cianhídrico, bromuro de cianógeno, bromoacetato de etilo, etc.).
1925 el Protocolo de Ginebra prohíbe el uso de armas químicas y biológicas en la guerra.
Entre los años 1932 y 1945 son empleadas armas químicas y biológicas en Etiopia, los ingleses diseminan el Bacillus Anthracis en la isla de Gruinard, la cual aún permanece contaminada.
1936 es descubierto el gas neurotóxico tabún en Alemania.
1937-1945 en la Segunda Guerra Chino-Japonesa, la Segunda Guerra Mundial, el Ejército Imperial Japonés y el escuadrón 731, se realizaron experimentos letales contra humanos, el uso de armas biológicas contra China, es utilizado el gas vesicante mostaza, los gases invalidantes difenilcloroarsina y difenilcianoarsina.
Año 1943, son lanzadas bombas de fosforo blanco u otros materiales incendiarios, por los aliados sobre Alemania.
El año 1944, desarrollan un arma bacteriológica capaz de matar personas pero sin dañar los edificios.
Año 1952, radio Corea anuncia el uso de armas bacteriológicas por parte del ejército americano, fuentes oficiales desmintieron la noticia.
1964, en la Guerra de Vietnam, militares americanos admiten el uso de defoliantes como los agentes naranja, púrpura, blanco y azul.
1972, más de 100 países firman la Convención de Armas Biológicas, mientras USA y URSS firman el Tratado sobre Misiles Antibalísticos.
1979, la liberación accidental en la URSS de esporas de B. anthracis provoca la muerte por carbunco a por lo menos 68 personas.
Año 1980, oficialmente se considera la viruela erradicada.
Año 1991,  la ONU ordena la destrucción de toda su tecnología y armamento biológico.
1993, en la Convención de Armas Químicas, se acuerda la destrucción de las reservas de agentes químicos de la URSS.
1994, seguidores de la secta religiosa Aum Shinrikyo liberan gas Sarín en el metro de Tokio.
Entre los componentes de estas armas destacaremos los siguientes bichitos:
Bacilus anthracis, causa el ántrax o escorbuto, para el tratamiento existe la vacunación y los antibióticos.
Clostridium botulinum, sus toxinas generan el botulismo, su avance solo se puede evitar con su antitoxina.
Yersinia pestis, genera la peste bubónica, la cual se puede tratar con la vacunación y antibióticos.
Virus Ébola, este virus genera fiebres hemorrágicas contagiosas y letales, aun no se conoce tratamiento alguno.
Esta visto, los estados tienen la misión de cuidar el pueblo que los alimenta, buscan herramientas para destruir al pueblo enemigo, firman tratados llenos de buena fe, tan buena fe que después pocos respetan…
Este artículo está basado en el post “Arma biológica” de la Wikipedia.

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