Hoy os traigo una receta para
base de otras recetas, pero para darle un sabor diferente, le he añadido unas
alcachofas y en lugar de triturar las verduras, he optado por trocearlas, para
que se parezcan más a la cocina antigua, con sus tropezones, semillas y
pellejitos, aprovechando que tenía unos tomates demasiado maduros.
Ingredientes
(3 tapers):
1
cebolla
2
alcachofas
6
ajos
1
kg de tomates pochos que tenía en la nevera
1
lata de kilo de tomate triturado
½
pastilla de concentrado de carne
1
cucharadita de azúcar
Aceite
Preparación:
La preparación de un sofrito
es algo muy simple, que casi todos sabemos realizar, pero cuando empezamos a
meternos en el mundo de la cocina, lo que para algunos es tontería leer, para
otros es imprescindible.
Recuerdo, en mis principios
de meterme en la cocina, que cocinaba leyendo libros de cocina, si ponía que
tenia que poner pimienta y yo no tenia, no podía hacer la receta hasta que
compraba pimienta del color que la receta pidiera… hice una receta, (la verdad,
no lo recuerdo muy bien) de pasta o de arroz…(creo que era arroz) y como en la receta no decía que había que
ponerle agua… pues Jorge “intento” cocinarla sin agua, el resultado os lo
podéis imaginar… (Sin comentarios).
En primer lugar, colocamos
un generoso chorro de aceite de oliva en la sartén más grande que tengamos en
casa (con tapa), y lo ponemos a calentar a fuego fuerte.
Mientras se calienta el
aceite, pelamos y picamos la cebolla, pelamos y troceamos a trozos grandes los
ajos.
Introducimos todo ello en la
sartén, volteamos frecuentemente para que no se nos queme, añadiendo la media
pastillita de concentrado de carne, desmenuzándola con los dedos.
Cuando empiece a estar
blandita la cebolla, troceamos a daditos los tomates feos, de nuestra nevera, limpiamos
y troceamos las alcachofas, rehogamos a fuego fuerte y cuando comience a
burbujear añadimos el azúcar, tapamos la sartén y bajamos el fuego a un tercio
de su potencia.
Cada 10-15 minutos removemos
(serán necesarios unos 45 minutos), hasta que estén bien tiernos los tomates y
las alcachofas (no cocinar en exceso, puesto que el sofrito es para realizar
futuras recetas).
Cuando esté listo, lo repartimos en tarrinas individuales para introducir en el
congelador.
Etiquetamos estas y hasta que
necesitemos un sofrito.
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