Continuo estando vago, pero
también estoy aburrido de comerme los mejillones con limón o mayonesa de ajo,
que es como más me gustan.
A pesar de no gustarme la
mostaza, es un sabor poco agradable a mi paladar, en esta ocasión, con algo tan
simple como unos mejillones he querido combinar sabores.
Ingredientes (2 personas):
12 mejillones
1 huevo
2 aceitunas
Mayonesa comprada
Ketchup
Mostaza
Foie gras
Lechuga
Aceite
Preparación:
Como siempre os recomiendo,
hay ingredientes que cuando los cocinamos, podemos cocinar más de los que
necesitamos y así los tendremos preparados para próximas recetas.
En este caso en lugar de
cocer 12 mejillones he cocido un kilo entero, generalmente suelo cocerlos en
cava, vino blanco o sidra y generalmente le pongo alguna hojita de laurel, en
este caso como les pondremos kétchup y mostaza… ¿para qué complicarse la vida?
Una vez abiertos los
mejillones, los dejamos enfriarse, que no me gusta quemarme los dedos.
En dos cazuelas de barro,
colocamos unas hojitas de lechuga picadas en juliana, regándolas con un
chorrito de aceite.
Pelamos el huevo duro (este
lo tenía ya cocido sobrante de otra receta).
Partimos por la mitad el
huevo duro y mezclamos su yema con el foie gras, volviendo a rellenar el huevo
con esa pasta.
Decoramos con una aceituna, pinchándola
en un palillo, para que no se nos caiga.
Colocamos en nuestra
cazuelita de barro, cada mitad de huevo en una de ellas.
Una vez fríos los
mejillones, desechamos la valva vacía y sobre la valva que contiene el mejillón
colocamos una cucharadita de mayonesa.
Decoramos la mayonesa de 4
mejillones con mostaza.
El resto los decoramos con
kétchup.
Partimos 2 espárragos de
lata por la mitad y también los colocamos en el interior de la cazuelita.
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