Hace unos días, las noticias económicas nos han sacado un
nuevo término a los poco conocedores del mundo financiero, helicóptero financiero.
Explicado de forma comprensible, sería un helicóptero
imaginario que arrojaría una saca llena de dinero, en nuestra casa y las de los
demás, para aumentar la inflación.
Hasta aquí muy bonito ¿verdad? a todos nos iría muy bien que
alguien nos regale un saquito lleno de billetes, pero realmente vamos a
intentar comprender que es en realidad ese fabuloso helicóptero.
Según nos cuentan, en la web “Negocios” en su artículo “El
BCE está en condiciones de dar 1.300 euros a cada español,” este
helicóptero podría dejar una saca con 1.300 € a cada europeo de la CEE.
El BCE, se calcula que posee unos fondos de alrededor de 444.000.000
de euros, podría repartir estos fondos directamente a las familias para crear
una burbuja inflacionista y aumentar el consumo.
Ciertamente, si cada persona recibe un cheque de 1.300 €, por
una parte le serviría para desahogarse un poco financieramente, le permitiría
comprar más cosas, lo cual tiraría de la economía, el problema reside que 1.300
€ se evaporan con facilidad, especialmente, el dinero que cae del cielo, se
suele volatilizar con mayor facilidad.
La idea del helicóptero financiero, no es una idea nueva, es
una teoría creada en el año 1.969 por Milton Friedman, (premio Nobel de
Economía del año 1.976), el cual nos presento su teoría hablando de un
hipotético helicóptero, que lanzaría fajos en la puerta de cada casa con 10.000
dólares, así el pueblo se gastaría ese dinero y se impulsarían las economías
postindustriales.
Pero resulta que la cuestión no es tan sencilla, en primer
lugar 1.300 € no es una cantidad importante, que “supongo” que en muchos casos
sería malgastada en caprichos, aunque momentáneamente, ese aumento de gasto
potenciaría el consumo y reactivaría la maquinaria económica, pero “creo” que
el efecto de este dinero pronto desaparecería.
Hace unos años, España también gastó los fondos de sus arcas,
con la idea de crear empleo, aunque a diferencia de el helicóptero, España lo
gasto en financiar proyectos de los ayuntamientos.
El problema económico “opino yo”, viene de la economía global,
el índice de paro, la deslocalización de fábricas, los impuestos, las trabas
legales y financieras para comenzar nuevos negocios, que las fábricas cada día
necesitan menos mano de obra y producen una mayor cantidad de productos, etc.
Realmente, es necesaria una revolución económica, a nivel
mundial, para que la economía ruede, es necesario que el pueblo tenga trabajo,
que este trabajo no sea un sueldo de subsistencia, para lograr esto, sería
necesario reducir las horas de trabajo, aumentar la productividad y solo cuando
el pueblo tenga una fuente de ingresos estables y suficientes, las empresas
podrán vender los productos que fabrican, visto así es muy sencillo, pero la
cosa sigue siendo compleja.
Para comenzar, muchas fábricas se han marchado a lugares
lejanos, para fabricar con sueldos más bajos, menos controles por parte de la
legislación del país donde se ha establecido, con ello la empresa maximiza sus
resultados económicos.
Ahora estas fábricas tienen sus productos, fabricados a bajo
coste en un apartado lugar, solo se trata de transportar esos productos y
retornarlos a nuestro país, para continuar vendiéndolos en él, con unos grandes
márgenes de beneficio.
Esto es correcto, aunque desleal con la competencia, cuando
son pocas las fabricas que se han trasladado para abaratar costes, pero poco a
poco van subiéndose más empresas a este carro, en nuestro país cada día se
necesita menos mano de obra, los trabajadores no tienen ingresos, al no tener
ingresos estos trabajadores no compran estos productos, que cuando eran fabricados
aquí antes si podían comprar.
Entonces… si la empresa deslocalizada, no se despierta y
coloca esos productos en otro lugar acabara perdiéndolo todo, puesto que en su
país de origen no hay dinero para comprar sus productos.
Creo que este será el nuevo problema que tarde o temprano nos
traerá la globalización, si los políticos, bancos y empresas no encuentran el
camino correcto para solucionar el problema.
Pero sabéis una cosa, los políticos se agarran a su sillón,
los bancos a sus comisiones y las empresas solo intentan ganar más dinero que
el año anterior.
¿Quién le pone el cascabel al gato?
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario