Como hace años (creo) que no comemos jamón cocido de lata, esta noche me ha apetecido abrir una lata y además así aprovechaba y consumia unos restos de bote de pimientos del piquillo que tenía dando vueltas por la nevera, en unos panecillos de hamburguesa, acompañados de unas patatas fritas.
Ingredientes (2 personas):
2 panecilos de supermercado (se venden en paquete de 11 unidades)
1/2 lata de jamón cocido
Margarina o mantequilla para untar el pan
2 pimientos del piquillo de bote
3 patatas medianas
Preparación (30 minutos):
Pelamos y cortamos a bastoncitos las patatas, yo las corte con máquina.
Lavamos las patatas y las dejamos escurrir bien.
Una vez escurridas, las colocamos en la cesta de la freídora con el aceite frío.
Encendemos la freidora a unos 160 grados, hasta que se cuezan las patatas en el aceite, se pongan tiernas.
Subimos la freidora al máximo y las dejamos dorarse (a mí se me doraron demasiado).
Las escurrimos en su cestillo unos minutos para que suelten el excedente de aceite.
Mientras se fríen las patatas, abrimos los 2 panecillos y untamos su cara interior con la margarina.
Cortamos por la mitad los pimientos del piquillo, longitudinalmente y les retiramos las posibles semillas que aún le queden.
Colocamos dos mitades de pimiento en cada parte inferior de los bocadillos.
Cubrimos los pimientos con un trozo de jamón cocido y tapamos con la parte superior de los panecillos.
Solo resta colocarlos en dos platos, acompañados de las patatas fritas, al cocinarlas en dos temperaturas, quedan tiernas interiormente y muy crujientes por fuera, toda una maravilla.

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