En este post os presento a un señor
(por decir algo), que posee meritos propios para ser tan conocido como Hitler.
Este “señor” se llamaba Léopold
Louis Philipe Marie Victor de Saxe-Cobourd et Gotha, segundo rey de Bélgica y
sucesor de su padre Leopoldo I.
Sucedió a su padre en el trono, con
el nombre de Leopoldo II de Bélgica, en el año 1.895, trono que no abandono
hasta su muerte, un 17 de diciembre del año 1.865.
Hasta aquí todo normal, un rey que
gobernó Bélgica, pero con la salvedad de que termino con la vida de más de 8
millones de congoleños y murió sin que nadie lo castigara por ello, (a Hitler
se le atribuyen 17 millones de muertes).
Leopoldo II se alistó en el
ejército belga, gracias a lo cual realizo gran número de viajes por el mundo.
En el mes de agosto del año 1.853,
se casa con María Enriqueta de Austria.
Durante los años 1.870 y 1.871 se
desarrollo la guerra franco-prusiana, guerra en la que Bélgica se mantuvo
neutral, siguiendo la política exterior del rey Leopoldo II.
En el año 1.876, Leopoldo convoca y
preside la Conferencia Geográfica de Bruselas, con la pretensión de establecer
normas comunes filantrópicas, para defender al continente africano y sus
habitantes, de la explotación comercial por parte de Europa.
En dicha conferencia se decide
crear un organismo (la Asociación Internacional Africana), presidida por
Leopoldo II, con la misión de preservar la paz, la civilización, la educación,
el progreso científico, así como la erradicación de la trata de esclavos en
África.
Durante los años 1.879 y 1.884, la
Asociación Internacional Africana financia una expedición al río Congo, bajo el
mando del estadounidense Henry Morton Stanley, con la misión de firmar
contratos con los jefes indígenas, para explotar las regiones descubiertas y
convetirlas en “Estados libres”.
Mientras se realizaba esta
expedición, Bélgica creó la Asociación Internacional del Congo, para mantener
la paz en las regiones africanas en la cuenca del Congo, pero su misión real
era para explotar los productos de las regiones colonizadas.
En la Conferencia de Berlín
(1884-1885), como a Leopoldo II se le consideraba un benefactor filantrópico y
hombre de negocios preocupado por los temas humanitarios, colocando la política
colonial belga a la altura de países como Reino Unido, Francia o Alemania, en
la Conferencia de Berlín se reconoció la creación del Estado Libre del Congo,
siendo un territorio otorgado a Leopoldo II a título personal, no como colonia
belga, eso si, los representantes indígenas no fueron invitados a la
Conferencia de Berlín.
En el año 1.885, Bélgica abandona
toda responsabilidad sobre el Congo, confirmándolo en su Constitución, por
medio de su artículo 62, donde el Congo se convierte en propiedad privada de
Leopoldo II.
La explotación de los recursos del
Congo, se otorga a favor del monopolio Estado Libre del Congo, donde Leopoldo
envió al Congo un ejército de 16.000 hombres (de diferentes nacionalidades),
pagados de su bolsillo, para controlar la zona y convertirla en un campo de
trabajos forzados.
Por esas épocas John Dunlop,
inventa los neumáticos de caucho para bicicletas y automóviles, por lo cual se
aumenta exponencialmente la demanda de caucho en el comercio internacional.
Para adelantarse a la competencia,
Leopoldo II impuso en el Congo unas altas cuotas en la producción de caucho,
obligando por medio de los agentes de Estado Independiente del Congo (los
cuales cobraban mas primas cuanto más caucho se recolectara), a los nativos por
métodos cada vez más violentos a recolectar mas caucho.
Se cree que alrededor de 10.000.000
nativos, fueron esclavizados, mutilados, asesinados o amenazados de muerte,
durante el dominio de Leopoldo II en el Congo.
Adam Hochschild (historiador),
afirma que entre los años 1.885 y 1.908 la población congoleña quedo reducida a
la mitad, por causa de los asesinatos, el hambre, el agotamiento, las
enfermedades y el desplome de la natalidad.
En el año 1.895, el misionero Henry
Grattan Guinness, conocedor de los abusos sufridos por los nativos del Estado
Libre del Congo, instala una misión en el Congo, obteniendo promesas de
Leopoldo II, que este jamás cumplió.
Edmund Dene Morel, periodista
británico y ex agente de una compañía naviera dedicada al transporte del
caucho, fue uno de los primeros en avisar a la opinión pública de los abusos y
asesinatos realizados en el Congo a sus nativos, aportando pruebas
testimoniales y documentales.
En el año 1.903, fallece la reina
Victoria y sólo entonces la Cámara de los Comunes adopta una resolución crítica
sobre la gestión del Congo.
A causa de unos informes sobre lo
que ocurría en el Congo, en el año 1.903 fueron arrestados algunos soldados del
Estado Libre del Congo acusados de asesinato de centenares de congoleños, pero
la cosa no paso de aquí.
Leopoldo II, a causa de las
presiones internacionales, en diciembre del año 1.906 acepta transferir el
Estado del Congo al parlamento belga, pero las negociaciones duraron hasta el
15 de noviembre del año 1.908, siendo compensado Leopoldo II con 50.000.000 de
francos por sus posesiones en el Congo.
La mayoría de los territorios que
pertenecieron a Leopoldo II en el Congo, continuaron siendo explotados por
Bélgica, por las mismas compañías que los explotaban antes, manteniendo el
maltrato a los congoleños, pero sin llegar a los excesos anteriores.
Conforme la explotación del caucho
perdía importancia, empezaron a ganar importancia compañías mineras como la
creada en el año 1.891 (Compañía del Katanga), que más tarde formaría parte de
la Unión Minera del Alto Katanga, creada el 28 de octubre de 1.906 y
nacionalizada por la República Democrática del Congo en el año 1.966.
Leopoldo II que explotando el Congo
amaso una gran fortuna, se dedico a financiar un gran número de obras públicas
en Bélgica.
Leopoldo II se casó con María
Enriqueta de Austria, la cual cuando le dio descendencia, fue repudiada y esta se
refugió en la ciudad de Spa, ciudad de la que no volvió a salir.
En el año 1.899, Leopoldo II se
enamora de una joven de 16 años de edad, (Blanche Delacroix), hija de un
funcionario, con la cual se caso y esta le proporciono dos hijos varones, la
cual poco después de la muerte del Leopoldo, a causa de un derrame cerebral en
el año 1.909, se casó con Antoine Durieux, adoptando este los hijos de
Leopoldo.
Tras el fallecimiento de Leopoldo,
fue sucedido por el hijo de su hermano Felipe de Bélgica, bajo en nombre de
Alberto I.
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