Hoy os
presento una historia de indios, si, esos indios que cortaban cabelleras,
tenían plumas en la cabeza y se defendían de los “buenos” con piedras, flechas
y lanzas, de las poderosas armas de los buenos, pero claro ellos son los malos,
perdieron una guerra que ellos jamás iniciaron y sus culturas fueron
despreciadas, mientas los actualmente supervivientes están digamos que
“encarcelados” en las reservas indias de las cuales prácticamente no se habla.
Concretamente
me voy a referir a la cultura de un grupo de esos indios, los Indios Hopi.
En primer
lugar nos trasladaremos a los Estados Unidos de América y situaremos nuestro
imaginario reloj del tiempo en el año 1.959, donde descubriremos un curioso
manuscrito que andaba circulando en manos de varias iglesias metodistas y
presbiterianas.
Algo más
tarde, Frank Waters, concretamente en el año 1.963, publica su libro “The book
of the Hopi (El Libro de los Hopi)”.
Frank
Waters, nos cuenta en su libro, como viajaba en su coche David Young, un pastor
(sacerdote), cerca de Taos (México), el cual observo caminando a un viejo
indio, detuvo su vehículo y le ofreció llevarlo en su coche.
Al poco
rato de estar el anciano indio en vehículo de David Young, comenzó a decir:
“Yo soy Pluma Blanca, un Hopi del antiguo clan del
Oso.
A lo largo de mi vida, he viajado a través de esta
tierra, buscando a mis hermanos, y aprendiendo de ellos muchas cosas sabias.
He seguido los senderos sagrados de mi gente, quienes
habitaban los bosques y lagos del este, las tierras del hielo, las del norte, y
lugares de altares sagrados de piedra construidos hace muchos años por mis
antepasados en el sur.
De todos ellos he escuchado historias del pasado, y
las profecías del futuro.
Hoy días muchas de estas profecías se han cumplido, y
algunas quedan aún por hacerlo, pues el pasado es cada vez más grande y el
futuro más corto.”
Sigamos
escuchando al anciano indio:
“Ahora Pluma Blanca está muriendo.
Sus hijos ya se han reunido con sus antepasados, y muy
pronto él también los acompañará.
Porque ya no quedará nadie, nadie que recite y
transmita esta milenaria sabiduría.
Mi gente ya está cansada de las viejas formas de vida,
como de las grandes ceremonias que hablan de nuestros orígenes, de nuestra
aparición en el Cuarto Mundo, casi todo esto ya ha caído en el olvido.
Esto también ha sido profetizado.
El tiempo se está agotando.”
Pluma
Blanca prosigue su interesante relato:
“Mi gente aguarda la llegada de Pahana, el verdadero
Hermano Blanco perdido, al igual que lo aguardan todos nuestros hermanos.
Él no será igual a los hombres blancos que conocemos
hoy día, que son crueles y codiciosos.
Habíamos sido advertidos de su llegada hace ya muchos
años.
Pero aún seguimos aguardando su llegada.”
“El traerá consigo los símbolos, y la pieza faltante
de la sagrada tabla que ahora cuestionan nuestros sabios.
Esta pieza le fue dada cuando marchó, esto lo
identificará como el Verdadero Hermano Blanco.”
“El fin del Cuarto Mundo se acerca ya.
Y el Quinto dará su entrada.
Esto ya lo sabían los sabios.
Los Signos se han ido cumpliendo a través de los años,
y muy pocos quedan por cumplirse.”
A
continuación el anciano Indio Hopi nos cuenta cuales son estos 9 signos o
profecías, la mayor parte de ellas ya cumplidas:
“Este es el Primer Signo:
Habíamos sido advertidos de la llegada del hombre
blanco, similar a Pahana, pero que no vivirían como él, sino que se apropiarían
de tierras que no les pertenecen, y que abatirían a sus enemigos con el fuego (está claro
que este signo se refiere a las armas de fuego).”
“Este es el Segundo Signo:
Nuestras tierras verán la llegada de ruedas de madera.
En su juventud mi padre vio hecha realidad esta
profecía, con la llegada del hombre blanco en sus carretas a través de las
praderas.”
“Este es el Tercer Signo:
Una extraña bestia similar al Búfalo, pero con grandes
y largos cuernos poblará las tierras en un gran número.
A esto lo pudo observar Pluma Blanca con sus propios
ojos, ya que se trata de las cabezas de ganado que ha traído el hombre blanco a
estas tierras.”
“Este es el Cuarto Signo:
La tierra será atravesada por serpientes de acero (una clara
alusión a las vías del ferrocarril que hicieron su aparición durante los siglos
XIX y XX).”
“Este es el Quinto Signo:
El cielo será cubierto por una gigantesca telaraña (Pluma
Blanca señaló a David el cielo con su tendido telefónico y de electricidad).”
“Este es el Sexto Signo:
La tierra será invadida de ríos de piedra que
reflejarán los rayos del sol (Clara alusión aquí, a la red de
carreteras que cubren todos los países).”
“Este es el Séptimo Signo:
Escucharás que el mar se volverá negro, y mucha vida
sucumbirá (queda claro que el anciano se refería a las mareas negras).”
“Este es el Octavo Signo:
Verás a muchos jóvenes, que usaran el pelo largo como
nosotros.
Vendrán y se unirán a nuestra tribu para aprender
nuestras formas de vida y nuestra sabiduría (algunos relacionan este
Signo con el movimiento hippie de los años 60 y 70, otros afirman que aun no ha
sucedido y lo relacionan con masas de personas emigrando de las ciudades hacia
la vida en la naturaleza).”
“Este es el Noveno y último Signo:
Escucharas hablar de una morada en el cielo, que caerá con todas sus
fuerzas sobre la tierra.
Esta morada se verá como una gran estrella azul.
Luego, muy pronto, las ceremonias y rituales de mi
gente culminarán. (Unos relacionan esta última profecía con la caída de
la Estación espacial Skylab en el año 1.979 en el desierto, por lo cual no
causó ningún daño, pero otros opinan que caerá del cielo un objeto, quizás un
planeta o un gran asteroide, que producirá una gran destrucción y muerte sobre
la tierra).”
Tras
contarnos las Nueve Profecías, Pluma Blanca añadió:
“Estos Signos representan que la gran destrucción se
acerca.
El planeta no dejara de sacudirse.
El hombre blanco librará batallas contra gente de
otras tierras, principalmente contra aquellos que tenían las primeras luces de
la sabiduría.
Habrá columnas de humo y de fuego tal como Pluma
Blanca ya las había observado en los desiertos no muy lejos de aquí (refiriéndose
a las pruebas atómicas realizadas por los Estados Unidos en los desiertos de
ese país, que habían sido divisadas por Nube Blanca).”
Actualmente
en las proximidades de Oraibi, en Arizona existe un petroglifo (símbolos
grabados en rocas), conocido como la Roca de las Profecías Hopi, en la cual se
simbolizan las advertencias que los Indios Hopi legaron a la Humanidad.
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