En la cocina no es necesario
matarse para realizar una cena estupenda, variada y que puede gustar a todos
los paladares.
Ciertamente es más fácil
tirar la barra pan encima de la mesa, colocar un blíster con jamón, una tarrina
de queso de untar, una lata foie gras, las sobras de una tortilla… y que cada
comensal, se busque la vida en la mesa.
Pero con poco trabajo, se
pueden aprovechar esas sobras que nadie usa de la cocina y hacer una
presentación (para mi gusto), espectacular, renovando esas sobras y realizando
un plato espectacular, donde combinamos diferentes panes, con sobras.
Ingredientes (2 personas):
12 rebanadas pequeñitas de pan
2 rebanadas de pan de molde
2 rosquilletas artesanales de pan con cacahuete (eso pone en
el paquete, porque realmente son rebanaditas alargadas de pan tostado con
cacahuetes), por cierto las del plato rotas, los dos trozos (untados con foie
gras y queso) es la misma rebanada y de rosquilla no tiene nada, pero pone eso
en el paquete.
Sobras de tortilla (sobras de mi “Tortilla de patata y calabacín,” pero podéis usar cualquier otra
tortilla perdida por los confines de vuestra nevera)
4 lonchas de jamón
Queso de untar
Foie gras
2 banderillas
1 tomate maduro
Aceite
Sal
Preparación:
En primer lugar prepararemos
mi poco ortodoxo sistema para preparar el tomate para untar el pan, es mucho
menos rico que el sistema típico, pero así no se desperdicia el tomate.
Quitamos la parte dura al tomate
y lo troceamos.
Lo introducimos en el vaso
de la batidora con abundante aceite de oliva y sal al gusto (los más atrevidos
podéis añadir un ajo, pero muchos paladares no lo admiten).
Se tritura el contenido del
vaso de la batidora y se reserva para untar el pan.
Tostamos las dos rebanadas
de pan de molde (no es imprescindible, pero así lo diferenciamos del pan
normal).
Untamos las rebanadas de pan
normal con el tomate, al igual que el pan de molde.
Sobre ocho de las rebanadas
de pan normal untadas de tomate colocamos la tortilla.
Sobre las otras cuatro
rebanadas de pan normal colocamos unas lonchas de jamón.
Sobre las rebanadas de pan
de molde tostadas y untadas de tomate, las volvemos a untar de foie gras sobre
la capa de tomate.
Les pegamos un corte en cruz
a las dos rebanadas de pan de molde para facilitar a nuestros comensales
comerlas.
Sobre las rosquilletas (pan
tostado con cacahuetes) untamos mitad de queso de untar y mitad de foie gras.
Sobre cada rebanada de pan
de molde, ya cortaditas en cruz colocamos una banderilla para decorar y
combinar un sabor diferente.
Colocar con un poco de
gracia y servir.
Cena sencillísima, que
admite mil variaciones y seguro que sorprendéis a
vuestros comensales trabajando poco y eliminado restos perdidos de la nevera.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Unos restos bien presentados forman una comida de lujo. Con la vista también se come y la prueba está en estas variedades tan buenas que nos has traído. Besos!!!
ResponderEliminarGracias Elisa, en la mesa con un poco de idea y un puñado de ingredientes, se puede disfrutar.
EliminarCoincido con Elisa y contigo, yo agregaría algunas con atún, ñam ña,!
ResponderEliminar
EliminarChincha Patricia que el presupuesto no llego como para tener una lata abierta de atún en la nevera, pero te aviso que tengo una lata de atún en aceite de un kilo... osea que en cuanto la abra... os acribillo a recetas de atún de lata.