En
esta ocasión os traigo un clásico en mi cocina, es una de las pocas recetas que
repito hasta la saciedad, aunque en esta ocasión he aprovechado para
introducirle algunas variantes.
Generalmente
esta receta suelo realizarla con patatas en lugar de peras, como en casa
consumimos poca fruta y tenemos un peral en casa, pues se trata de consumir
peras.
Ingredientes (2 personas):
2 contramuslos de pollo
4 peras
2 tomates
1 tarro de setas variadas en conserva
Pimienta negra molida
Sal
Aceite de oliva
Preparación:
El
secreto de esta receta consiste en la olla, es necesaria una olla con fondo muy
grueso, en la cual se puede cocinar el pollo sin aceite y con el fuego casi
apagado, pero como no quiero perder mi amado tripón cervecero y me encanta el aceite
de oliva, siempre le pongo aceite.
En
primer lugar, calentamos un poco el aceite en la cazuela y doramos ambos
contramuslos de pollo.
Una
vez dorado el pollo, bajamos el fuego a lo máximo posible, dejándolo
prácticamente apagado, en vitrocerámicas al 1.
Tapamos
la olla y dejamos cocer hasta que el pollo comience a estar tierno.
Añadimos
los tomates enteros, salpimentamos y tapamos la cazuela.
Mientras
con un descorazonador de manzanas, sacamos las semillas de las peras.
Dejamos
cocer hasta que los tomates comiencen a estar tiernos y el pollo blandito,
alrededor de una hora, vigilando y dando la vuelta, con cuidado de no romperlo,
añadimos las setas escurridas y las peras (no es necesario pelarlas) y dejamos
cocer tapado unos 15 minutos aproximadamente.
El
fuego siempre ha de estar al mínimo, si a última hora os vienen las prisas se
puede subir el fuego al 2 y en casos muy excepcionales al 3, pero a mas fuego
menos caldito os quedara, que esta de muerte.
Si
veis que se os seca por las prisas, podéis añadirle un chorrito de vino blanco.
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