Aunque he de reconocer que
últimamente me ha dado por la cocina para vagos, en ocasiones también me gusta
cocinar a la vieja usanza, con cazuelita de barro, a fuego casi apagado y sin
prisas, es lo que os presento en esta ocasión.
Como la última vez que
compre alcachofas, las coci y se me florecieron, una vez cocidas, sin catarlas,
en esta ocasión he vuelto a comprar alcachofas y nada más llegar a casa las he
querido meter en la cazuela, por si había cambio de planes y había que cambiar
el menú, que la cosa no está para tirar nada, y menos medio cocinado, grrrr.
Ingredientes (4 personas):
½ kg de costillas de cerdo troceadas
1 cebolla
1 pimiento italiano
1 cabeza de ajos
2 patatas medianas
6 alcachofas
1 zanahoria
1 pastilla de concentrado de carne
1 cucharadita de curry
1 cucharadita de azafrán
Aceite de oliva
Sal
Preparación
En primer lugar, colocamos
la cazuela de barro al fuego, a fuego medio bajo (recordar que el calor fuerte,
especialmente si la cazuela de barro es nueva, la raja y nos quedamos sin
comida y sin cazuela.
Colocamos un generoso chorro
de aceite de oliva y las costillas de cerdo, salándolas un poco (sin abusar,
que después pondremos la pastilla de caldo).
Vamos dándole vueltas a las
costillas para que vayan tomando color.
Mientras pelamos y troceamos
en juliana la cebolla.
También troceamos el
pimiento, desechando su rabito y sus semillas.
Cuando las costillas
comiencen a tomar color añadimos la cebolla y el pimiento que hemos troceado
previamente.
Le vamos dando vueltas,
hasta que tanto la cebolla como el pimiento estén blandos.
Añadimos agua que nos cubra
las costillas y cuando empiece a hervir bajamos un poco más el fuego.
Agregamos la pastilla de
concentrado de carne, el colorante y el curry.
Mientras vamos desechando la
parte dura de las alcachofas y cuando nos queden las hojas tiernas, las
cortamos en cuatro partes y las vamos agregando al guiso conforme las cortemos
para que no se nos pongan negras.
Cuando las alcachofas comiencen
a enternecerse, junto con las costillas, agregamos la cabeza de ajos,
desgranando los ajos, pero sin pelarlos.
Pelamos las patatas y la
zanahoria, las troceamos y añadimos al guiso.
Si necesitamos más agua
podemos añadírsela, sin problema.
Cuando todo esté tierno
probar la sazón y servir muy caliente.
Un plato delicioso y por supuesto sin tirar que es una buena costumbre!! Besos
ResponderEliminarGracias Elisa, la rabia que me dio tener que tirar las alcachofas cocidas... grrr, pero bueno, con comprar estas, solucionado.
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