Aunque la cocina de autor, no entra
dentro de mi estilo, he visto la siguiente receta de Ferrán Adrià y ciertamente me ha llamado la atención.
Se trata de una receta que sabemos hacer
todos, una simple tortilla de patatas, pero la suya es especial, él la
llama “Tortilla deconstruida”.
A mi versión la he llamado “Tortilla de
patatas y cebolla en fascículos”, porque para hacerla te complicas la vida,
tardas una eternidad, pero por experimentar sabores se hace lo que haga falta.
Realmente, mi receta no va a parecerse a
la de Ferrán Adrià más que en el nombre de tortilla, pero realmente he basado
mi tortilla en la idea de la suya.
La idea de confitar la cebolla a fuego
lento y desgrasándola, añadiéndole agua para que quede bien blandita, me ha
gustado y así la estoy preparando en estos precisos
momentos, mientras también cuezo las patatas (hago unas cuantas patatas más
para que sobren, y así poder utilizarlas en otras recetas).
Pero pasemos a la receta y dejémonos de
palabrería que es lo que interesa.
Ingredientes
(2 personas):
1 cebolla
(roja en mi caso)
Aceite
Sal
2 huevos
1 patata
medianita
¼ l. de leche
Perejil
fresco para decorar
Preparación:
Ponemos una cazuela al fuego con las
patatas enteras (podéis aprovechar y cocer más patatas para futuras recetas), y
la dejamos cocer a fuego medio hasta que esté tierna.
Se deja enfriar.
Mientras, pelamos la cebolla, la pasamos
por el grifo y de paso que la lavamos evitamos llorar al cortarla.
Se trocea muy pequeñita, se fríe en un poco de aceite de oliva, a fuego
lento, cuando empiece a tomar color se le añade agua y se mantiene a fuego
lento hasta que esté completamente tierna con aspecto de mermelada.
A continuación se pelan las patatas, se
trocean y se pasan por la batidora las patatas junto con 2/3 de la leche (200
cl. aprox.).
Se sala al gusto.
Una vez batidas, colocamos sobre ellas
un colador y colocamos en el la cebolla previamente confitada para que el
excedente de aceite de sabor al puré de patatas.
Mi presentación, como mi receta es más
de pueblo que la original, en lugar de presentarla en una copa de lujo,
presentare la tortilla en esas jarras de cerveza de medio litro, como veis en
la foto.
Me cojo dos jarras y en el fondo coloco
la cebolla ya escurrida, la mitad en cada una de ellas.
Ahora separamos las claras de las yemas.
Batimos las claras a punto de nieve y
reservamos.
Volvemos a nuestro puré de patatas y con
cuidadito para que no se bajen, mezclamos las claras a punto de nieve con el
puré.
Reservamos.
Ahora batimos las yemas con el batidor y
le agregamos el resto de leche que nos quedaba (100 cl.).
Se añaden las yemas con la leche sobre
la cebolla, repartidas entre las dos jarras.
Sobre las yemas colocamos el puré con
las claras batidas.
Metemos en el horno precalentado a 170
grados, hasta que se cuaje.
Al sacarlo, decoramos con unas hojitas
de perejil fresco.
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