Ayer encontré dos tristes muslitos de pollo en uno de los cajones de nuestro atiborrado congelador y como era muy poco para comer dos personas, lo acompañe de unas patatas fritas y una lata de sofrito de tomate.
Realmente prefiero realizar los sofritos caseros, pero como había una lata de sofrito dando vueltas por la cocina, aproveche para consumirla.
Ingredientes (2
personas):
2 muslitos de pollo
congelados
3 patatas medianas
1 lata de 500 g de
sofrito de tomate
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva
Sal
Preparación:
El día anterior sacamos los muslitos y los introducimos en el frigorífico para que se descongelen.
Colocamos un generoso chorro de aceite en una sartén y lo calentamos a fuego medio.
Mientras se nos calienta el aceite, pelamos, troceamos y lavamos las patatas.
Colocamos las patatas en la freidora, a baja temperatura hasta que comiencen a estar tiernas.
Mientras se nos cocinan las patatas, sazonamos y doramos los muslitos de pollo en el aceite que hemos calentado en la sartén.
Añadimos la lata de sofrito de tomate, añadimos el vino y damos unas vueltas para que se mezclen todos los ingredientes.
Añadimos las patatas, volvemos a mezclar y rectificamos el punto de sal (recordar que el sofrito de tomate ya tiene sal).
Bajamos el fuego a la mitad y tapamos hasta que la salsa espese, unos 20 minutos.
Servir y comer.
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