Hoy os presento una
rica, espectacular y calentita cena de sobras, combinando panecillos de leche,
mini cruasanes, restos de tortilla, una morcilla perdida de la nevera y un
tomate a rodajas.
Ingredientes (2 personas):
4 panecillos de leche
2 cruasanes pequeños
6 tranchetes de queso
1 morcilla de cebolla
1 tomate cortado a rebanadas finas
Preparación:
Cortamos en dos
partes longitudinalmente, tanto los
panecillos de leche, como los cruasanes.
Cortamos a
rebanadas muy finas el tomate, nos han de salir como mínimo 12 rebanadas, 2
para cada mini bocata.
Abrimos en dos la
morcilla, desechando su piel.
En la parte
inferior de uno de los cruasanes colocamos dos rebanadas de tomate.
Sobre este
colocamos media morcilla y cubrimos la morcilla con el tranchete.
Cubrimos con la otra
mitad de cruasán y colocamos en la bandeja del horno.
Repetimos la
operación con el otro cruasán, colocándolo también en la bandeja del horno.
Ahora pasamos a
preparar los panecillos de leche.
Sobre la parte
inferior del panecillo colocamos dos lonchas de tomate.
Cortamos una loncha
de las sobras de nuestra “Tortilla de patatas y pimientos del piquillo” y la
colocamos cubriendo las lonchas de tomate.
Sobre la tortilla
colocamos un tranchete de queso y tapamos con la parte superior del pan de
leche.
Colocamos en la
misma bandeja de horno donde tenemos los cruasanes.
Repetimos la
operación con los tres panecillos restantes.
Horneamos unos 20
minutos a partir de horno frío a 150º.
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