En esta ocasión quise
experimentar como saben esos famosos espetos que suelen hacerse principalmente
en la costa sur mediterránea, pero hechos en casita.
La verdad fue que el
resultado fue estupendo.
Ingredientes (2 personas):
20 sardinas
4 tomates (tamaño cherry pero eran tomates rama criados en
maceta)
1 limón
Patatas muy pequeñas (arranque una mata de patatas para ver
cómo estaban y eran tamaño aceituna gorda)
4 palos de brochetas
Preparación:
En primer lugar preparamos
las patatas en el microondas, lo suyo seria haberlas hecho al fuego, pero como
eran tan pequeñas no me fie y como el otro día me encantaron unas patatas al
microondas que imite del blog “Eva en pruebas” en su receta “Patatas
asadas en microondas para acompañar” pues volví a probar su receta con
estas mini patatas recién recolectadas.
Lavamos muy bien las patatas
para evitar todo rastro de tierra.
Las dejamos secarse y las
colocamos en un plato sobre un papel de cocina.
La introducimos en el
microondas a máxima potencia en tandas de dos minutos hasta que estén tiernas.
Cuando estén tiernas las
envolvemos en el papel de cocina.
Las volvemos a envolver (sin
quitar el papel) en un trapo de cocina y reservamos.
Ahora ensartamos las
sardinas y los tomates en las brochetas de madera.
Colocamos las brochetas
sobre las brasas que habremos preparado con anterioridad.
Aunque yo no lo hice, os
recomiendo que coloquéis las brochetas en una parrilla de esas dobles, para que
al cocinarse no se os rompan las sardinas como a mí me ocurrió…
Pero a parte de una que se
agenciaron los gatos, por caérseme al suelo, nos cenamos las 19 restantes muy a
gusto.
Cuando las sardinas estén
listas, colocáis las brochetas en el plato y a comer acompañadas de las patatas
y medio limón por comensal.
Nosotros las colocamos sin
los palos de las brochetas, puesto que pocas sardinas sobrevivieron a la
cocción y se desprendían de las brochetas.
Tal como caían sobre las
brasas, unas pinzas y al plato, que no se escapen…
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