En esta ocasión, os traigo un plato muy extraño, en mi
cocina, verduras cocidas sin tener nada de carne, ni tan solo pescado y además
con un rico sabor… a pesar de ser verduras.
Ingredientes (2
personas):
125 g de judías
verdes
5 zanahorias no muy grandes
½ cabeza de ajos
1 limón
1 pastilla de
concentrado de carne
Aceite de oliva
Preparación:
Seguimos con mi vicio de cocinar al vapor.
Colocamos abundante agua en una olla, añadiéndole la
pastilla de concentrado de carne.
Sobre la olla colocamos el artilugio para cocer al vapor
(una especie de olla llena de agujeros) donde colocaremos las verduras.
Como siempre os digo podéis hacer más cantidad de verduras
para futuras recetas que así ya las tendremos cocidas.
Quitamos las puntas a las judías y las troceamos.
Pelamos las zanahorias y también las troceamos a un tamaño
apropiado para que el tiempo de cocción sea similar al de las judías, aunque
como las hacemos al vapor, con facilidad, podremos ir retirando las verduras
conforme se nos pongan tiernas, sin tener que retirar todas a la vez.
Mientras se nos cuecen pelamos y fileteamos los ajos.
Una vez tiernas las verduras las colocamos en el plato donde
las serviremos, añadimos unas cucharadas del agua de la cocción.
Calentamos un generoso chorro de aceite en una sartén y
freímos los ajos en él.
Repartimos el contenido de la sartén (aceite y ajos) en
ambos platos y servimos calentito.
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