El otro día, mi amiga Eva, me comentaba sobre esta vacuna, de
la cual jamás había escuchado hablar, pero me llamó mucho la atención, puesto
que me dijo que entre sus componentes llevaba mercurio, por lo cual me intrigue
y por ello he decidido conocerla y escribir sobre ella.
Antes de conocer en qué consiste la vacuna y su composición,
conoceremos los bichitos de los que dice protegernos.
El neumococo (streptococcus pneumoniae), consiste en una
bacteria estreptocócica, que se disemina con el contacto con las personas portadoras
de esta, provocando habitualmente infecciones de oído, sinusitis (infección de
los senos paranasales), neumonía (infección de uno o ambos pulmones), sepsis
(respuesta inmunológica sobredimensionada, desencadenando una inflamación
generalizada, creando coágulos de sangre y filtración de los vasos
sanguíneos) o meningitis (inflamación
del tejido delgado, el cual rodea el cerebro y la médula espinal).
La neumonía neumocócica (infección de los pulmones), suele
matar a 1 de cada 20 personas infectadas, la bacteriemia (presencia de las
bacterias en la sangre), puede matar a 1 de cada 5 personas infectadas y la
meningitis (inflamación del tejido delgado que rodea el cerebro y la médula),
puede llegar a matar a 3 de cada 10 personas infectadas.
Los tratamientos con penicilina y otros medicamentos solían
ser efectivos contra las infecciones neumocócicas, pero algunos tipos de estas
bacterias han desarrollado resistencia a los medicamentos, por lo cual cada vez
es más recomendable la vacunación para evitar esta enfermedad.
El tratamiento contra e neumococo se realiza mediante
antibióticos, existiendo dos tipos de vacunas para prevenir su ataque.
La PCV13, vacuna antineumónica conjugada, protege contra 13
cepas de las bacterias neumococos, defendiéndonos contra la meningitis y la
bacteriemia.
La PCV23, vacuna antineumónica polisacárida, nos protege
contra 23 cepas, defendiéndonos contra la meningitis, la bacteriemia y la
neumonía.
La PCV13 que sustituye a la anterior PCV7, es administrada a
niños, hasta los 5 años de edad (se pueden administrar unas dosis de PCV13 a
menores de 18 años con ciertos problemas médicos) y en personas mayores de 50 o
más años de edad, con determinadas enfermedades crónicas.
La PCV23 esta ideada para las personas en riesgo, mayores de
65 años, personas con alguna enfermedad crónica, con un sistema inmune
debilitado, fumadores, asmáticos o residentes de residencias.
Una vez conocida la vacuna y las bacterias de las cuales nos
protege, conoceremos el tiomersal.
El tiomersal, consiste en un compuesto que contiene
etilmercurio, que es el encargado de evitar el crecimiento de bacterias y
hongos en algunos tipos de vacunas inactivadas (con sus virus o bacterias
muertas), también se utiliza en la fabricación de algunas vacunas, para
inactivar algunos microorganismos y toxinas o para favorecer la esterilidad de
la cadena de producción.
El tiomersal está contenido en las vacunas contra la difteria,
el tétanos, la tos ferina, la hepatitis B, la rabia, la gripe, las infecciones
por Haemophilus influenzae del tipo B (bacilo de Pfeiffer) y las de
meningococos.
Según la OMS la cantidad de tiomersal utilizado como
conservante contenido en las vacunas es tan baja, que no hay pruebas que
suponga riesgo alguno para la población.
En el año 1.999, se realizó un estudio calculando las dosis
recibidas de mercurio tras la
inmunización con vacunas de contienen tiomersal, resultando que al finalizar
los calendarios de vacunación infantil, podrían ser superiores al límite
recomendado para el metilmercurio en Estados Unidos.
A causa de lo cual, la Food and Drug Administration de los
EEUU, aconsejo a las farmacéuticas producir vacunas sin tiomersal, para las
vacunaciones sistemáticas, aunque el tiomersal no contiene metilmercurio
(contiene etilmercurio), posteriores estudios han demostrado que tras retirar
las vacunas con tiomersal, no han afectado a trastornos como el autismo que
habían sido relacionados con estas vacunas.
También hay que saber, que el etilmercurio, posee una semivida
de 6 días, mientras que la del metilmercurio es de entre 40 y 50 días., además
de que el etilmercurio, tiene una excreción intestinal activa a causa de lo
cual no se acumula en el organismo.
Como alternativas al tiomersal, está aprobado el fenoxietanol
para la vacuna antipolimielítica inactivada y el fenol utilizado en la vacuna
contra la fiebre tifoidea.
El tiomersal suele utilizarse en vacunas multidosis, al tener
estas posibilidades de contaminarse, en dosis individuales no es necesario,
aunque puede ser que lo contenga.
Se utilizan vacunas multidosis, para que su fabricación sea
más barata y reducir la posibilidad de contaminación bacteriana, así como para
facilitar el transporte y también no tener que aumentar considerablemente los
espacios de almacenamiento.
Pero al igual que el tiomersal, las vacunas suelen contener
aluminio para ayudar al sistema inmunológico a potenciar la respuesta
inmunológica a la vacuna y aunque el tiomersal ha disminuido en las vacunas el
aluminio está aumentando considerablemente.
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