En esta ocasión, he querido hacer unos
canelones muy diferentes, rellenos de cuscús, jamón y guindilla, cubiertos de
bechamel rosa.
Ingredientes
(10 canelones):
10
láminas de canelones
½ vaso
de cuscús, de los de agua (sémola de trigo)
1
blister de taquitos de jamón
10
guindillas verdes pequeñitas
2
cucharadas soperas de sémola de maíz (maicena)
Leche
Nuez
moscada
Curry
Mantequilla
Colorante
rojo
Aceite
Sal
Preparación:
En una cazuela colocamos abundante agua con un
chorrito de aceite y sal, para cocer las láminas de masa de canelones, según
las instrucciones del fabricante, que generalmente es colocarlas en el agua
hirviendo, a fuego medio unos 15-20 minutos.
Sacamos del agua y dejamos escurrir sobre un
paño limpio.
Mientras colocamos
¼ l de agua en otra cazuela, añadiéndole un chorrito de aceite, sal y curry, llevando
a ebullición.
Cuando el agua
entre en ebullición, introducimos en ella el cuscús y dejamos cocer a fuego muy
bajo unos 10-15 minutos tapado (hasta que el agua sea absorbida por el cuscús).
Añadimos el jamón
al cuscús y removemos para mezclar todos los ingredientes.
Cuando se nos enfrié el cuscús, montamos los
canelones colocando una guindilla, desechando el rabito y cuscús con jamón al
gusto.
Yo he optado por emplatarlos de dos en dos,
depende de lo glotones que seáis, podéis
poner una ración mayor, pero recordar que tienen una guindilla dentro.
Preparamos una bechamel con 3-4 cucharadas
soperas de mantequilla y las dos cucharadas de sémola de maíz, vamos añadiendo
leche hasta que obtengamos la densidad necesaria.
Añadimos la nuez moscada, sal y el colorante.
Volcamos la bechamel sobre los canelones.
Como veis en las fotos me quedé un poco corto
con la bechamel.
Solo resta colocar el queso rallado y
calentarlos en el horno 15-20 minutos, gratinando, a
partir de horno frío, o hasta que el queso tenga el dorado que deseéis.
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