sábado, 21 de mayo de 2016

Montadito de arroz y calabacín con gambas


Como siempre, ando consumiendo restos de la nevera, encontré un calabacín que llevaba más de una semana en la nevera (aun en buenas condiciones) y quería consumirlo de alguna forma diferente, cotillee a ver si encontraba una idea diferente para consumirlo, encontrando una estupenda idea en el blog “Con las manos en la grasa” en su post “Huevos acorralados”, aunque, de pasada he visto varias ideas muy interesantes en dicho blog, por lo cual os recomiendo que le deis un vistazo sin prisas.

Ingredientes (2 personas):

1 calabacín
2 huevos
2 varitas de surimi (palitos de cangrejo)
1 vasito pequeño de arroz
½ pastilla de concentrado de carne
Cúrcuma (especia que le da sabor y color)
12 gambas congeladas grandes
Sal
Aceite de oliva

Preparación:

Aunque la realización de esta receta es muy fácil, resulta un poco laboriosa, puesto que todo se hace por separado y se manchan varios cacharros.

Empezamos por poner agua a hervir, con la media pastilla de concentrado de carne, cúrcuma y un generoso chorro de aceite (la cantidad de agua debe ser aproximadamente dos veces y media que el volumen del arroz), cuando comience a hervir, añadir el arroz y dejar cocer hasta que este esté tierno. Reservamos.

Mientras fileteamos el calabacín longitudinalmente (yo utilice un corta fiambres).

Salamos los filetes y los freímos en una sartén con un chorrito de aceite de oliva, hasta que los filetes queden tiernos, pero sin romperse. Reservamos.

Aceitamos dos aros de emplatar y envolvemos sus paredes con tres lonchas de calabacín cada molde, colocándolos en un recipiente apto para el horno.

Aguantamos las lonchas de calabacín pegadas a las paredes del molde colocando el arroz, hasta llenar el molde, pero dejando espacio para colocar un huevo.

Cortamos cada surimi longitudinalmente de cuatro trozos y decoramos los bordes del arroz con las tiritas de surimi.

Cascamos un huevo crudo, en cada molde, salándolos y horneamos hasta que la clara se cuaje, se puede gratinar unos minutos para que termine de cuajar la clara, pero con cuidadito que no se nos cuaje la yema.

Mientras se nos cuaja el huevo, freímos en una sartén con un chorrito de aceite las gambas, salándolas.

Solo nos resta desmoldar el montadito con la ayuda de un cuchillo y con cuidado de no quemarnos.

Colocamos las gambas a su alrededor y servimos.

Quien os diga que esta cena esta mala y lo ponéis de rodillas y cara a la pared, ea.

Fuente original:

2 comentarios:

  1. Hola, un buen montadito, sí señor, para repetir seguro!! Un abrazo Jorge!!

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  2. Gracias Elisa, la verdad es que no sobro... no se por que sería...

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