En realidad pensaba realiza una paella, pero me encontré en el congelador dos contramuslos de pollo y me dio pereza rebuscar más.
Aunque generalmente utilizo colorante alimentario, en esta ocasión me he permitido utilizar auténtico azafrán, ciertamente tiñe menos que el colorante alimentario, pero le aporta una sabor mucho más agradable.
También aproveche para consumir medio bote de pisto casero que llevaba días dando vueltas por la nevera.
Ingredientes (4
personas):
2 contramuslos de
pollo
150 g de pisto casero
4 puñaditos de arroz
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva
Perejil fresco
Curri
Sal
Preparación (45
minutos):
El día anterior introducimos los contramuslos de pollo en el frigorífico para que se descongelen sin romper la cadena del frío.
Troceamos en 5 o 6 trozos cada contramuslo.
Calentamos un generoso chorro de aceite en una cazuela de barro (sirve una sartén o paellera) a fuego medio (cuando la cazuela de barro es nueva, con fuego fuerte se rajan) y cuando el aceite esté caliente sellamos los trozos de pollo, hasta que se doren.
Añadimos el pisto casero (pisto casero, porque lo pone en el bote) y el vaso de vino.
Removemos, añadimos el arroz y removemos nuevamente hasta que el arroz absorba el líquido.
Añadimos aproximadamente un vaso y medio de agua, el curri, el azafrán y sazonamos.
Cuando comience a hervir, bajar el fuego a un tercio de su potencia, dejar cocinar 20-25 minutos, hasta que el arroz este tierno y absorba toda el agua, removiendo cada 10 minutos para que el arroz no se pegue.
Picar finamente el perejil y añadirlo al arroz cuando apaguemos el fuego.
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