En esta ocasión os presento
una de esas comidas simples, por las cuales salivo, solo de pensar en ellas,
además en esta ocasión se tendrá que cocinar cada comensal su trozo de carne a
su gusto, en la mesa.
Serviremos el solomillo
cortado en rodajas, crudo, colocaremos unas pinzas, una plancha a la piedra (si
es una plancha de teflón también sirve), aceite de oliva y especias, todo ello
colocado en la mesa y que cada comensal se gane la carne que va a zamparse.
Ingredientes
(2 personas):
1
solomillo de cerdo
2
tomates
Aceite
de oliva
Pimienta
Sal
Preparación:
Aunque la realización, de
hacer unas rodajas de solomillo, a la piedra no tiene mucho secreto, he querido
presentaros esta receta, porque pocos suelen cocinar a la piedra y es una de
mis formas de cocinar carne favoritas.
Para los que no estéis
acostumbrados a cocinar en piedra, os diré que especialmente las carnes salen
mucho más jugosas.
Solo nos resta enchufar la
piedra (esta es eléctrica), una vez colocada sobre la mesa del comedor.
Comenzamos aceitando la
piedra y colocamos los dos tomates abiertos por la mitad por la parte del
corte, cuando comiencen a estar tiernos les damos la vuelta y especiamos al
gusto.
Colocamos las dos mitades de
tomate en el plato para mojar sopitas en él.
Cada comensal, se coloca sus
rodajas de solomillo sobre la piedra, aderezándolo con aceite, sal y pimienta a
su gusto.
Solo resta ir colocando los
trozos de carne conforme se vayan cocinando por parte de cada comensal e irlos
comiendo mientras se terminen las restantes rodajas de solomillo.
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