Realmente, la espelta es un grano poco conocido, una vez
cocido se asemeja un poco a la textura del arroz cocido, pero con más sabor.
Ciertamente, no se trata de un nuevo invento de laboratorio,
todo lo contrario, se calcula que la espelta ya se cultivaba hace más de 7000
años, en Mesopotamia, utilizándose para realizar pan para la gente más
pudiente, dejando el pan de centeno para el pueblo.
En el siglo XIX comenzó a dejar de cultivarse, puesto que el
trigo costaba menos cultivarlo, aunque a partir del año 1980 fue redescubierto
este cereal, a causa de lo cual podemos encontrarlo en Europa.
Receta de salsa
Boloñesa:
Ingredientes (2
personas):
150 g de espelta
200 g de salsa
Boloñesa
Colorante alimentario
(azafrán)
Aceite de oliva
Jengibre
Sal
Preparación:
Aunque podemos utilizar la espelta como sustituto de
cualquier receta de arroz, hemos de saber que necesita más tiempo de cocción
(alrededor de 60 minutos), y además es aconsejable (no imprescindible) dejarla
la noche anterior en remojo, también necesitaremos aproximadamente cuatro veces
su volumen en agua para cocerla.
Colocamos en remojo la espelta la noche anterior.
La salsa Boloñesa suelo realizarla en cantidad y
posteriormente, la que me sobra, la congelo en recipientes para futuras
recetas, por lo cual hoy recuperaremos una Boloñesa de las profundidades de mi
congelador.
En una sartén amplia calentamos un generoso chorrito de
aceite.
Volcamos sobre el aceite la salsa Boloñesa previamente
descongelada y le damos unas vueltas.
Añadimos la espelta, previamente lavada y escurrida.
Damos unas vueltas junto con la salsa para que se mezclen
los sabores y añadimos el agua, aproximadamente cuatro veces el volumen de la
espelta.
Agregamos una cucharadita de colorante alimentario, jengibre
y sal, al gusto.
Dejamos cocer a fuego medio-bajo, alrededor de 60 minutos o
hasta que la espelta esté tierna.
Rectificamos el punto de sal y jengibre.
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