El otro día vi, en un conocido
hipermercado, una máscara de esqueleto y se me ocurrió utilizarla para preparar
la cena de ayer.
En Cataluña, es típico el pan con
tomate y el jamón con melón, en esta ocasión he querido utilizar todos esos
ingredientes, pero presentados de forma terrorífica.
Ingredientes (2 personas):
1 blíster de jamón salado
1 blíster de jamón cocido
1 rodaja de melón
1 aceituna rellena
½ litro de zumo de tomate
1 tomate
Aceite de oliva
Menta (licor)
Azúcar
Sal
Preparación:
Aunque en Cataluña, lo típico es
untar con tomates maduros, fregando con ellos las rebanadas de pan, yo suelo
realizar una salsa, la cual no queda igual de rica, pero así no desperdiciamos
tomate y también queda estupenda.
Comenzamos por cortar el pan a
rebanadas finas.
Lavamos y troceamos el tomate, lo
colocamos en el vaso de la batidora, le añadimos sal y aceite de oliva al
gusto, trituramos.
Con la ayuda de una cuchara,
untamos generosamente las rebanadas de pan por una de sus caras con esta mezcla
y las vamos colocando en una bandeja.
En un plato grande, colocamos las
lonchas de jamón dulce, cubriendo su fondo.
Envolvemos la máscara de
esqueleto (bien lavada), con plástico de cocina y colocamos esta sobre el jamón
dulce.
Ahora cubrimos toda la máscara
con lonchas de jamón salado, rompiendo estas, si fuera necesario, para
adaptarlas al contorno de la máscara.
Dejamos libres de jamón los
dientes, la nariz y los ojos.
Cortamos la aceituna por la mitad
y la colocamos en los ojos.
Desechamos la piel y las semillas
de la rodaja de jamón, cortamos a tiritas finas la carne del melón.
Para darle la forma de la foto,
utilicé un cuchillo en zig-zag de los que se usan para cortar patatas.
Para acompañar, simulando copas
de sangre con dos copas de zumo de tomate.
Los bordes de las copas se
obtienen mojando el borde de las copas en menta y posteriormente
introduciéndolas en azúcar, después se llenan de zumo de tomate.
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