Hace tiempo que no
comíamos pollo en casa, últimamente me ha dado por cocinar cosas diferentes y
tengo injustamente el pollo bastante olvidado, puesto que es un ingrediente
barato y muy apreciado en casa.
Ingredientes (2 personas):
1 contramuslo de pollo grande
5 alcachofas
3 patatas pequeñas
2 tomates rojos
1 cabeza de ajos
Mix de especias picantes en molinillo (se puede sustituir
por pimienta molida y pimentón picante, por ejemplo)
Sal
Aceite de oliva (no es necesario)
Preparación:
El secreto de esta
receta, reside en la cazuela utilizada y especialmente en cocinarlo a fuego
casi apagado y a excepción del dorado de la carne, se cocina siempre tapado
para aprovechar todos los jugos.
Colocamos a fuego
medio la cazuela (de acero inoxidable con fondo grueso o similar), con un
generoso chorro de aceite de oliva (el aceite no es necesario, puesto que con
la propia grasa del pollo es posible cocinarlo, pero personalmente prefiero
ponerle aceite que también es sano, se cocina mejor y le da un estupendo sabor).
Mientras se nos
calienta la cazuela, con aceite o sin él… troceamos el contramuslo en 6 trozos
(1/4 de pollo, también puede ser pechuga, pero la parte del muslo queda más
jugosa) y doramos el pollo en la cazuela una vez caliente.
Mientras, pelamos
las patatas y las cortamos en dos.
Quitamos las hojas
duras a las alcachofas, les cortamos las puntas, las cortamos en dos partes, las
alcachofas tal como las vamos teniendo preparadas, las vamos añadiendo al pollo
con la parte cortada mirando el aceite para que no se nos pongan negras
(también podemos ir rociándolas con limón y colocarlas posteriormente, pero no
es necesario).
Una vez el pollo
está dorado, añadimos las patatas, las alcachofas (si no las hemos colocado
mientras las preparábamos), dos tomates (le aportan jugo y van de muerte para
mojar sopitas en el tomate) y la cabeza de ajos previamente desgranados sus
dientes, pero sin pelar los ajos (para mi paladar la piel da mejor gusto a los
guisos que el ajo pelado).
Sazonamos con sal y
el mix de especias.
Tapamos y dejamos
cocer 60-90 minutos a fuego muy flojo, lo más flojo que podamos ponerlo, este
es el secreto de la receta, hacerlo con el fuego casi apagado.
Cada 15 o 20
minutos vamos vigilando y dándole la vuelta a los ingredientes contenidos en la
cazuela, hasta que las patatas y las alcachofas estén tiernas.
Servir caliente.
Recomendación:
aderezar en la mesa con limón, para mi gusto queda mucho más
rico, pero claro yo soy adicto al limón.
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