Continuamos profundizando, para intentar comprender “la verdad de la religión”, en este caso conoceremos este movimiento
judío, que se cree que se estableció a mediados del siglo II antes de Cristo,
tras la revuelta macabea, del cual tenemos documentada su existencia hasta el
siglo I, se trata de los esenios.
La revuelta macabea (los macabeos, fueron otro movimiento judío de
liberación), sucedió tras en el año 167 antes de Cristo, tras Antíoco decretar
en Judea la prohibición de realizar prácticas religiosas.
Los esenios curaban tanto las enfermedades físicas como morales,
estudiaban escritos médicos que mostraban las virtudes ocultas de las plantas y
los minerales.
Los esenios, se consideraban diferentes del resto de las demás
culturas, por la importancia de su vida interna y sus conocimientos ocultos de
la naturaleza, los cuales eran desconocidos por el resto de los hombres.
Realmente los esenios no estudiaban una sola religión, estudiaban
todas ellas, para obtener de todas ellas los principios científicos contenidos
en ellas.
Una vez finalizada la revuelta macabea (166-159 antes de Cristo), los
esenios no compartieron el resultado final de la revuelta y marcharon al
desierto, para preparar el camino al Señor, bajo las ordenes del Maestro de la
Justicia.
Para pertenecer a la comunidad esenia, era necesario ser enseñado y
aceptado, tras lo cual debía pasar dos años de prueba, antes de ingresar
definitivamente en la comunidad, debiendo dedicar la vida al estudio de la Ley,
tener humildad y disciplina.
Los esenios estaban obligados a no mentir, todos sus bienes pasaban a
formar parte de la comunidad, repartiéndose los frutos del trabajo personal
según las necesidades de cada esenio, apartando una parte para ayudar a los
pobres, viudas, huérfanos, mujeres solteras mayores, desempleados, forasteros y
esclavos fugitivos, los cuales eran ayudados sin necesidad de pertenecer a la comunidad,
necesitaban ayuda.
En la comunidad esenia no eran aceptadas las mujeres, los hombres
practicaban el celibato, aunque según Flavio Josefo, una parte de los esenios
permitía el matrimonio y las normas de Qumrán (valle del desierto de Judea, en
Cisjordania), permiten casarse, pero bajo la condición de la monogamia
(debiendo contraer matrimonio a la edad de 20 años).
El Maestro de Justicia, según los manuscritos del Mar Muerto, hacia el
año 150 antes de Cristo, se opuso al Sumo Sacerdote (Jonatán Macabeo, hermano
de Judas Iscariote), acusándolo de haber abandonado la fidelidad a Dios,
marchando el Maestro de Justicia y sus seguidores a Qumrán, lugar al cual
llamarían Damasco.
La comunidad esenia del Qumrán se autoalimentaba de la agricultura,
creyéndose que eran vegetarianos, aunque en los rollos de Qumrán no hay nada
que afirme esto.
Algunas especulaciones, relacionan a Juan Bautista y Jesús de Nazaret
con los esenios, incluso Ernest Renán (escritor, filólogo, filósofo e
historiador francés), afirma que el esenismo triunfante, fue el germen del
cristianismo.
Otras fuentes (Evangelio de Juan), niegan esto, a causa de que Jesús
asistió a la Jánuca (Fiesta de la Dedicación), puesto que al no ser ordenada
esta fiesta por la Tanaj (Biblia hebrea), los esenios la consideran fiesta
ilegal.
También durante el siglo I existía en Jerusalén un barrio esenio.
Durante el siglo XIX los escritos de Allán Kardec (escritor
espiritista 1.804-1.869) y Madame Blavatsky (teósofa 1.831-1.891) popularizaron
a los esenios.
En el año 1.946 son descubiertos siete de los Rollos de Qumrán o
Rollos del Mar Muerto, posteriormente, en el año 1.956 se encontraron el resto
de manuscritos, distribuidos en 11 cuevas en la misma zona, descubrimientos que
popularizaron también a los esenios.
Los Rollos de Qumrán, escritos en hebreo, arameo y griego, fueron encontrados en unas grutas cercanas a
la orilla del mar Muerto, habiéndose encontrado un total de 972 manuscritos,
datados entre los años 250 antes de Cristo y 66 después de Cristo, antes de la
destrucción del segundo Templo de Jerusalén, en el año 70 después de Cristo,
por los romanos.
Los Rollos de Qumrán, están distribuidos entre el Museo de Israel en
Jerusalén, el Museo Rockefeller de Jerusalén, la Biblioteca Nacional de Francia
en París y en la Colección Schoyen de Noruega, la cual es privada.
Estudios divulgados principalmente por el profesor Norman Golb y la
Doctora Rachel Elior, entre los años 1.995 y 2.009 indican que los rollos de
Qumrán (Rollos del Mar Muerto), no fueron escritos por los esenios, afirmando
de fueron escritos por sacerdotes saduceos, expulsados del templo de Jerusalén.
La afirmación de que los rollos de Qumrán, sean de origen saduceo es
negado por otras fuentes, a causa que las reglas de Qumrán y el Documento de
Damasco obligan a la comunidad de bienes, para poder ingresar en la comunidad,
practicas opuestas a la comunidad saducea.
También durante el control saduceo del Templo (años 134 a 76 antes de
Cristo), los autores de los rollos de Qumrán fueron perseguidos, por lo cual no
es lógico pensar de fueran sacerdotes saduceos, sino esenios.
Fuentes:
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