La historia del
pueblo judío, comienza con las viejas tradiciones bíblicas, por los tiempos en
la que se encalla en el monte Arafat el Arca de Noé.
Los hijos de Noé
(Sem, Cam y Jafet) dieron origen a los semitas del Próximo oriente, los camitas
de África y los jafetitas del resto del mundo.
Como el faraón de
Egipto veía que los judíos se multiplicaban imparablemente y se hacían
poderosos, los redujo a la esclavitud.
La Biblia, denomina
a los judíos como hijos de Israel, posteriormente los llama el pueblo de Israel
(israelitas), posteriormente aparece el termino judío proviniendo del reino de
Judá, el cual estaba formado por dos de las doce tribus del pueblo de Israel.
Siendo Moisés líder
y legislador de los judíos, partieron estos hacia Canaán, la tierra prometida,
partiendo de Egipto y atravesando el mar Rojo y peregrinando por el desierto
durante 40 años.
Posteriormente los
judíos conquistan las ciudad de Jericó, estableciéndose en la tierra prometida
(Canaán).
Cuando los judíos
se establecen en Israel, la tierra es dividida entre las doce tribus (Aser,
Neftali, Manasés, Zabulón, Isacar, Gad, Efraín, Dan, Benjamin, Rubén, Judá y
Simeón).
El reino de Salomón,
posteriormente se divide en dos reinos, el reino de Israel y el reino de Judea.
A finales del siglo
VIII antes de Cristo, el rey asirio Sargón II, conquista el reino de Israel.
Tras la escisión
entre el pueblo de Judá y el de Israel, Asiria destruyo las otras diez tribus
de Israel, en el año 722 antes de Cristo.
En el año 586 antes
de Cristo, los babilonios bajo las órdenes de Nabucodonosor II conquistan
Judea, destruyendo el Primer Templo, siendo desterrados y esclavizados muchos
judíos, siendo estos llevados a Babilonia (Irak).
70 años más tarde,
los persas conquistan Babilonia (Irak), lo cual permite regresar a muchos
judíos a su tierra y es construido el Segundo Templo.
Hacia el año 170
antes de Cristo, Israel es conquistado por los griegos, estallando una
revolución liderada por Judas el Macabeo, colocando Israel bajo dominio Judío,
el cuál pasaría posteriormente a manos romanas.
En el año 70
después de Cristo, a causa de una nueva rebelión es destruido el Segundo
Templo, siendo vendidos muchos judíos como esclavos, diseminándolos por todo el
territorio romano, proceso conocido como la diáspora.
Como el
cristianismo prospero en Europa, se realizaron muchas persecuciones de judíos y
se realizaron posteriores expulsiones, muchas comunidades judías fueron obligas
a vivir en guetos (barrios segregados).
En el Medievo,
prosperaron los judíos radhanitas dedicados al comercio, casi exclusivo de
telas y especias traídas de Siria, Egipto y Bizancio.
En España, en el
año 1.942, los judíos españoles (sefardíes), fueron obligados a convertirse al
cristianismo o a ser expulsados mediante el edicto de Granada, muchos de ellos
encontraron refugio en el Imperio Otomano, viviendo en la actualidad en
Estambul o Esmirna, manteniendo como idioma el español medieval.
El judaísmo, junto
con el cristianismo y el islamismo (las religiones abrahamicas), consiste en un
término que recoge la tradición, la cultura y la religión del pueblo judío,
basada en la Biblia y la Torá o Pentauteco.
Curiosamente a
pesar de ser el judaísmo la más antigua de estas tres religiones, es la que
menos fieles posee.
La Torá está
compuesta por cinco libros, mientras que la Torá o Pentauteco es uno de los
tres libros que forman el Tanaj (Antiguo Testamento).
También la
tradición oral, es importante en la interpretación de los textos bíblicos, su
codificación y sus comentarios, dando forma a la Misnhá la cual daría forma
Talmud, todas las leyes extraídas de estos textos forman la ley judía o Hajalá.
El judaísmo, no es
considerado solamente una religión, es considerado por sus practicantes como
una cultura y una nación.
El judaísmo, no
exige a los demás pueblos unirse al pueblo judío, ni tan solo practicar su
religión, pero solo los conversos son reconocidos como judíos con todo el
sentido de la palabra.
En la actualidad,
la religión judía está dividida en tres ramas diferenciadas, el judaísmo
ortodoxo, que defiende el hajalá (ley judía), el judaísmo conservador que sigue
el hajalá, pero se diferencia del anterior en que los procesos de conversión de
los nuevos judíos, han de ser realizados por la ortodoxia y el judaísmo
reformistas, que consideran judío al nacido de padre judío o simplemente se han
convertido.
También tenemos el
judaísmo caraita (caraísmo), que reconocen el Tanaj (los 24 libros que componen
la Biblia Hebrea y que forma parte del Antiguo Testamento), los cuales también
consideran como judío a todo aquel que nazca con padre judío, donde una persona
puede ser cristiana o musulmana sin dejar de ser judía, aunque perdería sus
derechos religiosos y comunitarios.
El símbolo más
importante de los judíos es la estrella de David, denominado así por la
creencia de que el rey David, lo adoptó como símbolo de guerra en su escudo de
armas, aunque el símbolo judío más antiguo es la Menorá (candelabro ritual de
siete brazos).
La celebración
judía más importante es el Shabat (sábado, reposo y cese de la actividad),
aunque es superado en solemnidad por el Día del Perdón (Yom Kipur).
El templo o
sinagoga es el lugar de culto judío, aunque también es un lugar de reunión y
encuentro de la comunidad judía.
En tiempos del
Templo de Jerusalén (destruido en el año 70), se realizaban sacrificios
rituales, los cuales han sido sustituidos por tres plegarias que practican los
judíos (Shajarit, Minjá y Arvit), aunque los días festivos se añade una cuarta
plegaria a media mañana (Musaf) y en Yom Kipur se celebra otra plegaria
denominada Ne’ilá.
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