Como me encontré unos restos de
albóndigas congeladas, en el interior de nuestro repleto congelador, opte por
realizar una salsita para consumirlas.
Ingredientes (2 personas):
10 albóndigas congeladas
1 cebolla
4 tomates maduros
200 g de tiras de pimientos del piquillo en conserva
1 cucharadita de orégano
1 pastilla de concentrado de carne
1 cucharadita de azúcar
Aceite de oliva
Sal
Preparación:
Calentamos un generoso chorro de
aceite en una sartén grande.
Troceamos la cebolla, confitamos
la cebolla, sazonándola en la sartén.
Cuando la cebolla esté tierna
añadimos las albóndigas (previamente descongeladas) y las movemos con cuidado
de no romperlas hasta que comiencen a dorarse.
Troceamos los tomates y los
trituramos con la batidora.
Añadimos los tomates a la sartén,
el orégano, las tiras de pimientos del piquillo (previamente escurridas), la pastilla de concentrado de carne y el azúcar (para matar
el ácido del tomate).
Bajamos el fuego a 1/3 de
potencia y dejamos cocer tapado unos 30 minutos o hasta que las albóndigas
estén tiernas y el tomate espeso.
Rectificamos el punto de sal y
servimos caliente.
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