En esta ocasión, os traigo un
delicioso pan casero, pero que en lugar de encender la parte baja del horno,
puse mal el botoncito y encendí solo la del gratinador… aunque el pan quedó
bastante logrado, la parte superior quedo con un precioso color carbón.
Ingredientes (800 gramos):
500 g de harina normal
1 lata de cerveza sin alcohol (330 ml)
12 g de levadura
2 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de azúcar
Sal
Preparación:
Si utilizamos cerveza, en lugar
de agua, no es necesaria la levadura para realizar el pan, pero, por si las
moscas, también le puse levadura.
Comenzamos calentando la cerveza
durante unos 30 segundos en el microondas, para fermentar en ella la levadura.
Una vez templada la cerveza,
deshacemos la levadura, le añadimos dos cucharadas de azúcar, otras dos
cucharadas de harina, removemos y dejamos fermentar unos 15 minutos.
En un recipiente grande colocamos
el resto de harina, el aceite, la cerveza y mezclamos.
Cuando comience a formarse la
masa, le añadimos la sal y amasamos hasta que nos quede una masa elástica.
Formamos una bola, la rociamos
con aceite y la dejamos en el bol, tapada con un trapo limpio, hasta que doble
el volumen de la masa (alrededor de 60 minutos).
Pasado este tiempo, le damos un
segundo amasado, formamos nuevamente una bola, la aceitamos y colocamos en la
bandeja del horno, hasta que nuevamente doble su volumen (aproximadamente una
hora).
Precalentamos el horno a 220
grados, colocando en la parte baja del horno una bandeja con agua, para generar
vapor.
Damos unos cortes con un cuchillo
afilado, sobre la bola de pan, introducimos la bandeja sobre la bandeja con
agua y horneamos unos 30 minutos con calor abajo (yo puse, calor arriba, por
despiste).
A los 30 minutos comprobamos el
estado de horneado, sin abrir el horno y horneamos con calor arriba y abajo
unos 15 minutos más o hasta que el pan este a vuestro gusto (en mi caso, deje
calor arriba y di la vuelta al pan).
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