Rebuscando en los confines del congelador de casa, encontré
un codillo pre-cocido y una tarrina de sofrito, que uniéndolo a una guindilla y
unas patatas salieron dos platos tan ricos como el de la foto.
Ingredientes (2
personas):
1 codillo congelado, pre-cocido
1 tarrina de sofrito
1 vaso de vino blanco
3 patatas medianas
1 guindilla verde
Aceite de oliva
Sal
Preparación:
Una vez descongelado el codillo, lo doramos en una sartén
amplia en la cual habremos calentado un generoso chorro de aceite de oliva.
Cuando el codillo adquiera color, le añadimos el vino, le
damos unas vueltas para que se evapore el alcohol y le añadimos el sofrito
(cebolla, pimiento, tomate, ajo…) que teníamos guardado en el congelador
previamente descongelado.
Añadimos la guindilla, troceada a trozos grandes para que se
vea en el plato y poder optar por comerla o apartarla.
Bajamos el fuego y tapamos la sartén hasta que el codillo
esté tierno.
Mientras pelamos y troceamos las patatas.
La freímos en la freidora (también se pueden freír en otra
sartén) y las añadimos al codillo cuando este esté tierno.
Les damos unas vueltas y dejamos mezclar sabores unos 10
minutos.
Cortamos por la mitad el codillo desechando el hueso.
Colocamos medio codillo en cada plato y repartimos las
patatas y la salsa entre ambos platos.
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