Hoy os traigo una receta de acompañamiento, la cual me
pusieron el otro día de tapeo en un bar, y la verdad, me encanto.
Con esta receta, no tendremos excusas para decir que nos
da pereza cocinar las alcachofas porque cuesta mucho trabajo limpiarlas, además
si nos descuidamos se nos ponen negras… esta receta solo necesita cocer las
alcachofas, cortarlas por la mitad, sazonarlas, aceitarlas y darles un golpe de
horno, quedándonos unas ricas y originales alcachofas.
Ingredientes (4 personas):
1 kilo (o más, si sobran
sirven para otra receta)
Preparado en molinillo de
especias picantes (pimentón picante, semillas de mostaza, tomate y pimienta
negra)
Aceite de oliva
Preparación:
La preparación de esta receta es bien simple.
En primer lugar coceremos las alcachofas al vapor, o si
lo preferís, en una olla con agua hasta que estén bien tiernas, sin que se nos
desmonten.
Una vez frías, para no quemarnos, desechamos las hojas
más duras, especialmente las que están en el rabo de las alcachofas y alguna
más y cortamos parte del rabo, sin desechar la parte más próxima al quesito,
que esta tan blanda y es tan rica como el propio quesito.
Se parten las alcachofas por la mitad.
Las colocamos en una bandeja apta para horno, con la
parte cortada hacia arriba.
Rociamos las alcachofas generosamente con las especias.
Sobre las especias, rociamos con aceite de oliva.
Horneamos unos 15-20 minutos, a 175º y servimos.
Son ideales para un entrante, para acompañar un pescado,
carne o incluso verduras.
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