En algunas ocasiones
nos llega el sentimiento del abatimiento, a causa del cual, nos podemos sentir extremadamente cansados, sin
ganas de hacer nada.
El abatimiento
consiste en una amalgama de sentimientos, tales como la melancolía, la
tristeza, la depresión, el desaliento…
El abatimiento, como
todos los sentimientos, puede tener varios grados, desde un cansancio puntual,
al extremo de estar siempre agotado y sin ganas de hacer nada.
El abatimiento, en
muchas ocasiones consiste en una reacción de agotamiento, especialmente cuando
algo no nos sale como nosotros esperábamos.
Cuantas veces nos habra
ocurrido que estando realizando algún quehacer, después de poner toda nuestra
voluntad y esfuerzo, se nos estropea lo que estamos realizando con tanto
esfuerzo quedándonos como anhelados, quietos, sin saber qué hacer.
La reacción “normal”,
seria que pasados unos segundos, o haber soltado un… “me cago en…”, asumimos el
problema, buscando la solución menos mala, para continuar con la tarea que
estábamos realizando o simplemente aplazamos esa tarea para otro rato que
tengamos más ganas de luchar con el problema.
Resulta que hay
personas que cuando algo les sale mal, se crean su propio círculo vicioso, se
consideran unos inútiles, no son capaces de reaccionar a esta situación y dejan
parada su vida, dando vueltas a lo desgraciados que son, por lo que les ha
ocurrido y de ahí no salen.
Para evitar el
abatimiento, es importante que tengamos la mente bien equilibrada, que sepamos
valorar las cosas en lo que valen, así como saber reaccionar ante las
adversidades.
Si tenemos la mente
poco equilibrada, los problemas serán problemas, si tenemos la mente
equilibrada, los problemas seguirán siendo problemas, con la salvedad que sabremos
qué hacer para solucionarlos y no tienen solución…¿para qué preocuparnos por
ellos?
Deberíamos potenciar
los pensamientos positivos en nuestra mente, en lugar de los negativos, la
realidad será la misma si miramos las cosas buenas de la vida, que si miramos las
cosas malas, pero si nos fijamos más en las cosas agradables, destacaran menos
las situaciones desagradables y nosotros viviremos más felices.
Con ese abatimiento
perdemos energía necesaria para superar el problema, nuestras obsesiones,
conflictos, manías… tienden a debilitar nuestra energía interna, generándonos
esa sensación de debilitamiento, dejándonos sin la energía necesaria para
superar el problema.
Hemos de aprender a
cortar las ataduras que tenemos en nuestra mente, aunque la sociedad nos enseñe
a desear cosas que no necesitamos, creando en nuestra mente deseos generados
por otros, deseos que cuando no los conseguimos nos generan frustración.
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