Desde tiempos muy remotos se han encontrado
vasijas de barro conteniendo manuscritos bíblicos.
Los Manuscritos del Mar Muerto, también
conocidos como Rollos de Qurán son un conjunto de 972 documentos escritos entre
los años 250 antes de Cristo y el año 66 después de Cristo.
En el año 217 después de Cristo, Orígenes,
ilustre estudioso cristiano, hallo cerca de Jericó, una tinaja que contenía
unos viejos libros hebreos y griegos, entre ellos una versión griega de los
Salmos del Antiguo Testamento (versión diferente a la Biblia Septuaginta o
Biblia de los Setenta).
Alrededor del año 800, nos cuenta Timoteo,
patriarca de los cristianos nestorianos, en una de sus cartas escritas a Sergio
obispo de Elam, le cuenta que en el interior de una cueva encontró manuscritos
del Antiguo Testamento y de otros libros hebreos.
La mayoría de estos textos están escritos en
hebreo y arameo, aunque algunos de ellos están escritos en griego.
A finales del año 1946 o principios del año
1.947, unos pastores beduinos de la tribu Ta’amireh (Jum’a y Mohammed el-Dhib),
encontraron 7 de estos documentos, en el interior de una cueva cercana a las
ruinas de Qurán, mientras seguían a una de sus cabras, esta cueva de denominó
1Q.
Los documentos encontrados por los pastores
fueron vendidos a dos anticuarios de Belén (Jalil Iskandar Shalim y Faidi
Salahi), siendo vendidos cuatro de ellos al archimandrita del monasterio
sirio-ortodoxo de San Marcos, en Belén y los otros tres fueron a parar a manos
del profesor Eleazar Sukenik (Mar Samuel), arqueólogo de la Universidad Hebrea
de Jerusalén, el cuál al comprender el valor de dichos textos los compró en el
año 1.954.
Tras estos documentos, posteriormente se
fueron encontrando mas en el interior de otras 11 cuevas, entre ellas la cueva
denominada 4Q descubierta en el año 1.952 por beduinos, la cual había sido
vaciada de su contenido y vendido su contenido a anticuarios, se encontró una habitación
subterránea conteniendo un centenar de manuscritos.
Entre el año 1.951 y el año 1.965, bajo la
dirección de De Vaux (fraile dominico francés, arqueólogo e historiador), y G.
L. Harding (director del Departamento de Antigüedades de Jordania), se
realizaron cinco campañas excavatorias en las cuevas Qumrán.
En el año 1.956,,, los beduinos encuentran
cerca de la cueva 3Q los manuscritos de la cueva 11Q, manuscritos que no
surgieron a la luz hasta el año 1.961 a causa de las negociaciones del precio
de los manuscritos.
El año 1.967, aun quedaba en el poder de
Kando (Jalü Ikkandar Shalim), un importante manuscrito,, por el cual pedía un
muy elevado precio para venderlo, solo después de la Guerra de los Seis Días,
Israel incautó el manuscrito a Kando.
Tras un proceso judicial que terminaría en el
año 1.969, sentenció que el Estado de Israel se quedara con el manuscrito e
indemnizara a Kando con 100.000 dólares.
Muchos de estos documentos se han encontrado
en muy mal estado, en Qurám se encontraron alrededor de 200 copias de los
libros de la Biblia hebrea, con algunas excepciones como el libro de Ester o el
libro de Nehemías, el cual forma parte del libro de Esdras, también se ha
encontrado un ejemplar completo del libro de Isaías.
Otros documentos hallados son comentarios,
oraciones y normas de la comunidad religiosa judía, que se cree que están
relacionadas con los esenios.
Gran parte de estos importantísimos
manuscritos podemos encontrarlos repartidos entre el Museo de Israel en
Jerusalén, el Museo Rockefeller de Jerusalén y en el Museo Arqueológico Jordano
en Ammán, aunque algunos de ellos marcharon a Europa, encontrándose en la
Biblioteca Nacional de Francia (Paris) y también en la Colección Schoyen
(Noruega).
Fuentes:
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