Para cuidar esa tripa cervecera y no perderla (algunos la
llamamos la curva de la felicidad) nada mejor que un rico bocadillo de
“tocino”.
Aprovechando que tenía en la nevera unos pimientos fritos,
sobrantes de otra receta, un blíster de beicon ahumado y que al medio día no
cominos pan y teníamos la barra sin empezar, Silvia (mi mujer) sugirió hacer un
bocadillo y este fue el resultado.
Ingredientes (2
personas):
1 barra de pan
4 pimientos fritos
4 lonchas de beicon
ahumado
4 tranchetes de queso
1 tomate
Aceite de oliva
Sal
Preparación:
Comenzamos por preparar nuestra habitual salsa de tomate,
que consiste en lavar y trocear un tomate, colocarlo en el vaso de la batidora,
añadirle aceite y sal al gusto y triturar.
Cortamos la barra de pan por la mitad y posteriormente
abrimos longitudinalmente cada mitad, para dar forma a nuestros dos bocadillos.
Untamos la parte interior de nuestros bocadillos con la
salsa preparada.
En las dos partes inferiores de nuestros bocadillos
colocamos una capa de pimientos fritos, libres de semillas.
Sobre los pimientos, colocamos las lonchas de beicon (se
puede dorar un poco en la sartén si se desea, aunque yo lo coloque tal cual
está en el blíster).
Se cubre el tocino con los tranchetes de queso.
Se cubre con las mitades de pan restantes.
Se introduce en el horno a 150º unos 15 minutos a partir de
horno frío, se comprueba el estado de cocción y se gratina 5 minutos más si lo
queréis doradito.
Servir y comer crujiente y calentito.
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