Aunque en casa, somos
mucho más amigos de los fritos que de los cocidos, nos hemos acostumbrado en
casa a comer las pechugas de pollo, deshuesadas y hervidas.
La verdad, es que de
esta forma se come sano, fácil, con poco trabajo y queda riquísima la pechuga.
Ingredientes (2
personas):
1 pechuga de pollo
½ barra de pan
1 tomate maduro
Pimentón picante (puede
ser dulce)
Aceite de oliva
Sal
Preparación:
La preparación de esta
receta es muy simple, pero como podéis observar en la foto la presentación es
espectacular.
En primer lugar
aceitamos un papel de aluminio (también sirve el plástico de cocina) y
colocamos nuestra pechuga de pollo deshuesada sobre él.
Salamos y embadurnamos
abundantemente la pechuga con el pimentón picante, rociamos con un poquito de
aceite más y envolvemos con el papel aluminio.
Cocemos al vapor a fuego
medio nuestra pechuga, alrededor de 30 minutos (podéis aprovechar para hacer
más pechugas o cocer lo que deseéis al vapor por el mismo trabajo).
Dejamos enfriar la
pechuga.
Preparamos mi salsa de
tomate, troceamos el tomate, le añadimos sal y un generoso chorro de aceite, posteriormente
lo trituramos con la batidora.
Cortamos la barra de pan
a rebanadas.
Untamos las rebanadas de
pan con la salsa de tomate.
Sobre cada rebanada de
pan colocamos una loncha de nuestra pechuga.
En esta ocasión lo hemos
servido en frio que queda delicioso, pero si introducimos el pan con la pechuga
en el horno unos 15-20 minutos antes de servir (a partir de horno frío a unos
150º), también queda de fábula.
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