En esta ocasión os comentare una nueva fábula de Esopo
El lobo harto y la
oveja.
Un
lobo hartado de comida y ya sin hambre, vio a una oveja tendida en el suelo.
Dándose
cuenta que se había desplomado simplemente de terror, se le acercó, y tranquilizándola
le prometió dejarla ir si le decía tres verdades.
Le
dijo entonces la oveja que la primera es que preferiría no haberle encontrado;
la segunda, que como ya lo encontró, hubiera querido encontrarlo ciego; y por
tercera verdad le dijo:
--
¡Ojalá, todos los lobos malvados, murieran de mala muerte,
ya que, sin haber recibido mal alguno de nosotras, nos dan una guerra cruel!
ya que, sin haber recibido mal alguno de nosotras, nos dan una guerra cruel!
Reconoció
el lobo la realidad de aquellas verdades y dejó marchar a la oveja.
De esta fábula,
sacamos la enseñanza de que la verdad es nuestro mejor compañero de viaje.
La verdad es una
palabra con un amplio significado, decir la verdad implica que seamos honestos,
implica la confianza en nosotros mismos y de quienes nos rodean, implica el
buen sentir interior de nosotros mismos.
Al decir la verdad al
mundo no tendremos remordimientos, puesto que si siempre decimos la verdad, ni
diremos mentiras, ni tendremos remordimientos por nuestros actos, puesto que
nuestros actos serán nobles y no tendremos nada que esconder.
Decir la verdad,
implica también algún problema, ya que
muchos prefieren no escuchar la verdad, pero opino que con la verdad es como
más firme se anda ante en este mundo (a ver si muchos políticos se ponen esta
palabra como bandera).
En ocasiones,
comprendiendo que estamos en una sociedad, aunque digamos la verdad, en
ocasiones la recortamos o silenciamos, para suavizar la reacción de otras
personas en un determinado momento o acción, pero jamás deberíamos llegar a la
mentira.
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