La Dr.
Harriet Hall es una escritora, que nació un 2 de julio del año 1.945, la cual
se formo en la Universidad de Washington, formó parte de la Eglin Air Force
Base.
Harriet se
considera una escéptica pasiva, conoció a Wallace Sampson, en Oregon, donde Sampson
la convenció para escribir un artículo para la Revista Científica de Medicina
Alternativa sobre la Vitamina O que había visto anunciada en el correo.
Poco
después empezó a escribir artículos para el Skeptical Inquirer.
Harriet
habló con Michael Shermer, sobre el libro El Código de Dios, lo cual la hizo
escribir un artículo sobre este libro en la revista Skepic.
Esto la
llevo a escribir otros artículos, a partir de finales del año 2.006, ha poseído
una columna permanente en la revista Skeptic que tituló SkepDoc.
Harriet
siempre ha criticado la medicina alternativa dudando de su eficacia con la
siguiente afirmación:
“Si se demuestra que es verdaderamente eficaz, seria
parte de la medicina regular”
También ha
criticado al Ejército de los Estados Unidos en el uso de la acupuntura
afirmando:
“La idea de poner agujas en la oreja de alguien, no va
a sustituir a cosas como la morfina, es simplemente ridículo”.
Sin querer menospreciar a la doctora Harriet, a pesar que
normalmente no soler opinar, simplemente mi costumbre es exponer hechos que he
recopilado e intentar que el lector opine, en este caso, repito, respetando los
conocimientos de la doctora Harriet, reconociendo mi incultura, tanto en la
medicina tradicional, como en la medicina alternativa, DISCREPO de la opinión
de Harriet.
Para empezar, si las agujas de la acupuntura sirven o no,
simplemente es algo que no comprendo, aunque si respeto.
En segundo lugar, las plantas tienen toda una serie de
principios activos que está probado que dan resultados y opino que pueden ser
un apoyo a la medicina tradicional, al igual que la alimentación y el ejercicio
físico.
En tercer lugar, la medicina tradicional es enemiga de la
medicina alternativa, generalmente nos curan con medicamentos, para paliar los
efectos nocivos de esos medicamentos nos dan más medicamentos y se infravaloran
los beneficios de la alimentación, del ejercicio y de otras opciones como la
medicina alternativa.
OPINO que ambas medicinas en lugar de enfrentarse deberían
colaborar, los beneficiados serian los enfermos, las perjudicadas, las grandes
farmacéuticas que probablemente venderían menos productos y los beneficiados
serian los herbolarios, pero repito, los grandes beneficiados serian los
enfermos.
Todos hemos recurrido en alguna ocasión a los remedios de la
abuela (con todos mis respetos, una inculta química) pero os pregunto ¿suelen
funcionar?
Pues si la abuela desde su incultura, probablemente sin saber
escribir, sabe soluciones populares para muchos problemas… ¿por qué no aprender
de ello en lugar de atiborrarnos a química, sin ignorar la química?
Si opináis que los remedios de la abuela no funcionan… pues a
ignorarlos toca.
La doctora
Harriet, ha criticado las recomendaciones y productos de Daniel G. Amen, así
como las terapias alternativas de Andrew Weil.
Sobre estos dos señores no pienso escribiros, ni opinaros
hoy, pero en breve escribiré un artículo parecido al de hoy hablando sobre
ellos.
En el año
2.008 publico su autobiografía, la Dr. Harriet, centrándose en su experiencia
en las Fuerzas Aéreas de los EE.UU.
En enero
del año 2.010 obtuvo una columna regular en O, The Oprah Magazine de 250
palabras (aproximadamente algo menos de la mitad de lo que suelen ocupar mis
artículos), donde desacreditaba los mitos comunes de la salud, la relación de
ella y la revista no era muy efusiva que digamos y su cooperación termino en
junio de 2.010
También
durante el año 2.010 fue elegida miembro del Comité para la Investigación
Escéptica.
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