Aunque la foto no quedo precisamente bonita, es la única que saque y el postre ya no existe… el resultado fue delicioso.
Como había un plátano en la nevera que su piel era negra en lugar de amarilla, opte por unirlo a una manzana y regarlo con sangría, estaba riquísimo.
Ingredientes (2
personas):
1 plátano
1 manzana
2 cucharadas soperas
colmadas de azúcar
Sangría
Preparación:
Aunque, no se me ocurrió ayer, quedaría muy bonito humedecer los bordes de las copas con agua o sangría y colocarlas en un plato con azúcar para dejar los bordes de la copa llenos de azúcar.
Lavamos, pelamos y troceamos la manzana a daditos pequeños, para comerlos con facilidad con una cuchara de postre.
Pelamos y troceamos el plátano a daditos de tamaño similar a los daditos de manzana.
Mezclamos el plátano y la manzana, repartiendo sus daditos entre ambas copas.
Añadimos el azúcar y rellenamos hasta cubrir la fruta con sangría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario