Ciertamente muchos de vosotros no tendréis la menor
idea de lo que os presento en este artículo, cuando os escribo “Registro
akásico”, por lo cual comenzaremos el artículo explicando que es eso de
registro akásico.
Akásico es una palabra, acuñada por la teósofa
británica Annie Bésant (1.847-1.933), cuyo significado es una traducción de una
antiguo idioma indio, el sánscrito, cuyo significado es éter.
Según la Wikipedia la definición de registro akásico
la define como;
“Especie de
memoria de todo lo acontecido desde el principio de los tiempos que está
registrada en el éter.
En el éter
está almacenado todo lo acontecido desde el principio de los tiempos y todos
los conocimientos del universo”.
Los registros akásicos, son unos archivos místicos,
los cuales contienen todo el conocimiento transcendental, conteniendo la
historia del cosmos, la información de las almas existentes y que han existido.
La primera mención del registro akásico conocida, la
podemos encontrar en el libro “La sabiduría antigua (1.898)”, publicado por la
ocultista británica Annie Bésant.
Según Annie Bésant, los maestros antiguos creían que
existían unos registros escritos en una realidad incorpórea (una especie de
gran enciclopedia u ordenador que contiene los datos de todo el universo),
siempre según Annie, estos antiguos maestros pertenecerían a comunidades tan
dispares como los caldeos, los chinos, los cristianos, los druidas, los
egipcios, los griegos, los hebreos, los himalayos, los hindúes, los mayas, los
moros, los persas, incluso los tibetanos, aunque a pesar de afirmar que todas
estas culturas creían en los registros akásicos, no ha aportado ninguna prueba
documental de que esto sea cierto.
Año 1.913, el teósofo, también británico Charles
Webster Leadbeater (1.854-1.934), en su libro “Man: How, Whence, and Whither?”
nos cuenta sus experiencias analizando el éter, donde nos cuenta la historia de
la Atlántida, así como otras civilizaciones desaparecidas, al igual que afirma
que en el siglo XVII la Tierra estará alimentada por energía atómica.
Annie Bésant, afirma que solo pueden acceder a estos
registros personas con ciertos dones espirituales (chamanes o médiums), los
cuales pueden acceder a estos registros mediante el sueño lúcido, la proyección
astral o cualquier otra experiencia espiritual fuera del cuerpo.
El acceso a estos registros tiene una cierta polémica,
mientras Anne Bésant afirma que es necesario poseer un don especial, otros
afirman que cualquier individuo puede acceder a estos datos siempre que sea
capaz de alterar su consciencia, bien por medios naturales, como también por
métodos artificiales, como podrían ser determinadas drogas.
Tanto la religión cristiana como la hinduista no
admiten estos registros akásicos, al igual que la comunidad científica, puesto
que no existe ninguna evidencia verificable de la existencia de estos
registros.
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