En esta ocasión comentaremos una nueva fábula de Esopo
Un
flaco y hambriento cuervo se posó en una higuera, y viendo que los higos aún
estaban verdes, se quedó en el sitio a esperar a que maduraran.
Vio
una zorra al hambriento cuervo, eternizado en la higuera, y le preguntó qué hacía.
Una
vez que lo supo, le dijo:
Haces
muy mal perdiendo el tiempo confiado a una lejana esperanza; la esperanza se
llena de bellas ilusiones, mas no de comida.
Si tienes una necesidad inmediata, de nada te servirá pensar satisfacerla
con cosas inalcanzables.
Muchas personas, desean
algo y en lugar de actuar, como en este caso hace el cuervo, se sientan a
esperar a que sus necesidades sean cubiertas en lugar de hacer algo por
conseguirlas.
Es muy cierto que en este
caso los higos maduraran, pero si el cuervo tiene que esperar a que maduren,
quizás, cuando maduren el hambre lo habrá matado de inanición.
El cuervo tiene dos
opciones, comerse los higos verdes o volar a buscar otra comida, como muy bien
le recomienda la zorra.
Así las personas solemos
actuar en muchas ocasiones, nos quedamos estancadas, esperando que nuestros
problemas se solucionen solos, o alguien nos los solucione, en lugar de hacer
algo nosotros mismos por solucionarlos.
Es cierto que muchos
problemas tienen difícil solución, pero si no actuamos y hacemos algo para
solucionarlos, probablemente esa solución llegue tarde o simplemente no llegue.
Ante un problema siempre
hay varias salidas, puede que ninguna de las salidas nos guste.
Ante esa situación solo
nos queda, intentar buscar otra solución más creativa, que no la encontramos,
pues habrá que conformarse con la solución que creamos que es menos mala.
Lo que jamás debemos
hacer es quedarnos en una esquina lloriqueando lo desgraciados que somos,
hagamos algo para no ser desgraciados, así de simple.
No hay comentarios:
Publicar un comentario